Reforma Fiscal, Reactivación y Hermeneútica Económica

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Chía| Tomado de diario Portafolio, por Luis Correa Cubillos | Opinión |
El proyecto de presupuesto del 2.019 registra un aparente déficit de 25 billones, y esta nociva y secular costumbre de egresos mayores a los ingresos ha determinado la creciente senda del endeudamiento público en los últimos 25 años.

El Congreso debería aprovechar esta oportunidad para exigir al gobierno una reforma estructural de las finanzas públicas que incluya ambos lados de la ecuación, no obstante el mayor esfuerzo debería ser del lado del gasto, eliminando los subsidios que en nada contribuyen a mejorar la distribución del ingreso, y no menos importante debe ser la supresión de las exenciones y gabelas tributarias a grandes empresas que contabilizan más de 50 billones, y es imperativo lograr una reducción del gasto militar de al menos 25 % como consecuencia de los acuerdos de la Habana o cual es el beneficio de la paz en las cuentas nacionales? Al menos 8 billones de pesos al año. Así mismo se exigen esfuerzos de austeridad en todo el sector público, con la fusión y eliminación de agencias del estado, minimización de las nóminas paralelas y demás gastos suntuarios de publicidad.

Por el lado de los ingresos, el énfasis debe ser el control a la evasión , pero no se entiende el afán de bajar aún más la tributación de las empresas si la tasa efectiva no supera el 33%, lo urgente es evaluar si el monto del presupuesto de 259 billones esta ajustado a la realidad económica del país ya que si con estos ajustes enunciados se reduce un 7% , se lograría un equilibrio fiscal que evita el crecimiento de la deuda y los beneficios sobre las tasas de interés, las expectativas de inflación y el crecimiento económico.

Pero lo que no se puede repetir es el efecto nefasto de la reforma tributaria del 2016 que justificando con una exuberante hermeneútica económica, generó mayor recesión y hoy se quiera de nuevo afectar la clase media con mayor tributación; o reconocemos la debilidad de la situación económica y el gobierno establece unas políticas de estímulo para el sector agro industrial como verdaderos motores de crecimiento en el corto plazo para sustituir importaciones y además generar una mayor oferta exportable, o seguimos en el error de extraerle más sangre a un paciente anémico.

Deberían considerarse medidas adicionales de alivio al bolsillo de los trabajadores como la reducción del precio de los combustibles al menos de un 30% y la congelación del impuesto predial para los estratos 1, 2, y 3 por un período de tres años y así impulsar el aumento del consumo.

Finalmente, con los mas de 12 billones de recursos sin ejecutar del sistema general de regalias el gobierno acierta con hacer primero las reformas a FONADE y a los OCAD para garantizar una mejor utilización de estos recursos, y se constituyen en una reserva importante para la inversión en 2.019, con los cuales se compensa este rubro para la reactivación económica.

En síntesis, la reforma fiscal debe lograr un equilibrio en el presupuesto nacional de tal manera que sea este un instrumento de redistribución del ingreso y contribuya así a la estabilidad macroeconómica y que su monto se determine en función de la realidad económica y no como lo ha sido hasta ahora un mecanismo errático de pugnas distributivas y de inestabilidad para los demás agregados económicos.

Y es el momento ideal para presentar una reforma pensional que sea coherente con el logro del equilibrio presupuestal y la auto sostenibilidad del sistema, ya que estos subsidios inequitativos y crecientes que hoy contabilizan 36 billones al año.

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