Autoridades de Cundinamarca han incautado 100.000 unidades de licor adulterado en 2015

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La Gobernación departamental indicó que en lo corrido de 2015 se han sellado 190 establecimientos comerciales por vender licor de contrabando o adulterado.

Cundinamarca|Tomado de El Espectador|Salud|La Región desde los medios|

Según cifras de la Gobernación de Cundinamarca, en lo corrido de 2015 las autoridades departamentales han sellado un total de 190 establecimientos comerciales al comprobarles que expendían licor de contrabando o adulterado. El informe indica que se han incautado 100.000 unidades de licor de este tipo.

Tras el operativo que realizó el gobierno departamental a finales de noviembre en los centros comerciales Ferrocarril y La Sabana de Bogotá, se entregó el balance de 22.000 unidades de licor incautadas. La mayoría de estas botellas estaban falsificadas y/o adulteradas.

Durante los operativos, las autoridades desmantelaron una fábrica clandestina de bebidas alcohólicas que funcionaba en el centro comercial La Sabana, ubicado en el centro de Bogotá. Allí también fueron encontrados varios materiales que eran usados para la producción de estampillas falsas.

Camilo Uribe Granja, médico toxicólogo de la clínica de Marly, aseguró que en la época de navidad y fin de año el consumo de alcohol aumenta, por lo que el comercio de licor adulterado también crece. Según el especialista, las botellas de whisky y ron son las preferidas por quienes se dedican a adulterar licor.

“Es una época propicia para invitar a la prevención del consumo de bebidas alcohólicas adulteradas. Cuando son ingeridas pueden alterar el estado de conciencia, la respiración, el riñón y el corazón de la persona, comprometiendo su vida”, afirmó Uribe Granja en diálogo con Caracol Radio.

Como recomendaciones, el médico toxicólogo pidió a los habitantes del departamento que desconfíen de bebidas alcohólicas con un precio bastante inferior a los precios normales del mercado. También recomendó que se revisen las estampillas y mucha atención a los licores que se piden en los bares pues como concluyó Uribe, “otra consecuencia puede ser la pérdida permanente de la visión”.

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