El proyecto vial que desvela a los habitantes de Tabio, Tenjo y Cajicá

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Corredor pondría en riesgo la vocación agrícola y ecoturística de la región, dicen sus pobladores.

Tramo entre Tabio y Tenjo que se plantea mejorar para el paso de carros y camiones.
Foto: Rodrigo Sepúlveda / EL TIEMPO

Tenjo | Tomado del Diario El Tiempo | La Región desde los Medios | Infraestructura Vial |

  Una vía de apenas dos carriles para carros particulares, con fincas de cultivo de papa o cebolla y de actividad ganadera a sus costados, se vería en riesgo, según los habitantes, por un proyecto vial que propone descongestionar el tráfico pesado de los municipios de Sabana de Occidente (Funza, Madrid, Mosquera) para desviarlo por Tenjo, Tabio y Cajicá.

Esta es una asociación público-privada (APP) originada por un particular, que surgió a finales del 2015. Aún se encuentra en etapa de factibilidad, es decir, en el paso que contempla estudios financieros, de ambiente, socioeconómicos, entre otros.

En la actualidad está en manos de la empresa Odinsa y es liderada por el Instituto de Infraestructura y Concesiones de Cundinamarca (ICCU). Se espera que sea una de las APP que despeguen en el departamento.

El trazado de la vía se origina en el municipio de Mosquera, y de sur a norte pasa por Madrid, Funza, Tenjo, Tabio y llega a Cajicá. Se estima que tendrá doble calzada, con un carril por sentido de 3,65 metros, bermas entre los 0,5 y 1,5 metros y cunetas. Tendría un ancho de 9,3 metros más el separador central.

Los residentes de la zona aseguran que este corredor aumentará la carga de tráfico pesado en la región, la cual es principalmente agrícola, y que partirá en dos los valles de Tenjo y Tabio. Además, les preocupa que aumente la emisión de CO2 por los vehículos que pasarán por veredas como Poveda y Paloverde.

“Nosotros vivimos en un municipio con vocación agrícola y de turismo ecológico. Esto es aún un pueblo; los campesinos se desplazan en bicicleta y nosotros los mayores, a pie. Una vía de esa magnitud, para habilitar el tráfico de volquetas y camiones, rompe la dinámica que aquí manejamos”, explicó Eduardo Marulanda, veedor ciudadano y habitante de la zona rural de Tabio.

A este clamor también se unieron habitantes y concejales de los municipios. Uno de ellos es Gonzalo Duque, cabildante de Cajicá, quien expresó su preocupación por el proyecto, del que asegura han recibido poca información. “Este corredor es usado por ciclistas. Los invito a venir un fin de semana para ver la cantidad de personas que pasan haciendo deporte. Esa es una actividad turística de la región”, señaló.

Por su parte, Hernando Gaitán, exconcejal de Tabio, recordó que la zona rural del municipio por el que pasaría el proyecto vial se destaca por su riqueza natural, por la presencia de acuíferos y señaló que temen que vaya a haber afectación del medioambiente.

‘Estamos en evaluaciones’

Nancy Valbuena es la directora del ICCU, entidad que acompaña la asociación público-privada del corredor vial que fue bautizado Conexión Sabana, aunque en un principio el proceso se llamó Corredor Industrial de la Sabana (Coinsa).

Explicó que el proyecto se estima en 1,1 billones de pesos en su etapa de construcción, que consiste en intervenir 53,3 kilómetros, de los cuales 49,6 tendrán que pasar por un proceso de mejoramiento y los restantes 3,7 corresponden a la construcción de vía nueva. “Tendría una duración de 30 años, una etapa de construcción de 4 y una operación y mantenimiento de 26 años”, explicó la funcionaria.

El concejal de Cajicá Gonzalo Duque señaló que una de las preocupaciones es la instalación de dos peajes, uno en Tenjo y otro entre Tabio y Cajicá. “Quién va a venir un fin de semana al municipio a pagar un peaje para visitarlo y comprar un postre, por ejemplo”, refutó.

La directora del ICCU, Nancy Valbuena, confirmó que sí se instalarán los peajes, dado que esta es la manera como se retribuirán los recursos al privado que construya el proyecto; sin embargo, aclaró que “el cobro se iniciará una vez estén terminadas las obras propuestas, es decir, cuando finalice la etapa de construcción, que está estimada en cuatro años”.

Además, explicó que la entidad, a través de un consultor, aún se encuentra evaluando la propuesta y los estudios presentados por el privado. “Verificamos el cumplimiento total de los requisitos solicitados por ley. Encontramos conveniente la elaboración de estudios complementarios y ajustes de acuerdo a observaciones técnicas de la entidad, a las solicitudes de la comunidad y de autoridades competentes en las diferentes mesas de trabajo”, precisó.

Con los reclamos se refiere a los que han hecho alcaldes como Juan Gabriel Gómez, de Tenjo. “Respetuosamente les pedí que nos sentáramos a mirar qué va a pasar con los afluentes del municipio, que son varios. También puse a disposición la Secretaría de Planeación para la información que ellos requieran, dado que el impacto será en las actividades económicas, agrícolas y turísticas”, agregó.

El otro corredor

Germán Jiménez, concejal de Tabio, dijo que otra de las propuestas que han realizado es que los recursos sean invertidos en la vía que ya existe y que conecta a Mosquera con la zona industrial de Siberia (Cota) y a este municipio con Chía y Cajicá.

Sin embargo, Valbuena expresó que esta opción no es viable “porque el departamento no tiene los recursos para realizar una ampliación del corredor Mosquera- Chía, y además porque el contrato de concesión de esta vía no permite realizar esta adición”, concluyó.

Frente a la queja de la comunidad por la falta de socialización del proyecto, EL TIEMPO se comunicó con Odinsa, el privado que tiene en sus manos la propuesta. La empresa se abstuvo de dar declaraciones.

Sin embargo, el ICCU explicó que el proceso de audiencias públicas se debe realizar una vez se haya consolidado la factibilidad de la propuesta, que es la etapa en la que se encuentra, e indicó que sí hicieron mesas de trabajo con la comunidad.

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