POR UNA FELIZ NAVIDAD ¡EN SEÑAS!

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Con mucha sorpresa me he encontrado que aproximadamente el 90% de niños sordos que tiene el país vienen de familias oyentes, sus padres no aprenden lengua de señas. Es sorpresivo y difícil de comprender cómo los años pasan y sólo por la voluntad de aprender una nueva lengua, le quitamos al niño la posibilidad de acceder a sus derechos.

Desde el Gobierno Nacional y con el liderazgo de la Ministra Gina Parody, estamos haciendo un importante esfuerzo para promover una educación bilingüe de calidad, y a educación bilingüe me refiero a que los niños y jóvenes sordos colombianos desde su formación inicial aprendan la lengua de señas colombiana y el español, como su segunda lengua.

En este año realizamos una inversión de más de $2 mil millones específicamente para educación, y para el próximo año 2016 la inversión será de $2.200 millones para Educación y $1.154 millones para promoción de derechos de las personas sordas. Adicional, haremos un trabajo fuerte de acompañamiento permanente en por lo menos 10 ciudades del país. Sin embargo para que esta inversión sea exitosa, y nuestros esfuerzos no sean en vano, es importante que las familias comprendan que la escuela no podrá suplir todas las necesidades que requieren los niños sordos, para ello requeriremos que ellos estén presentes.

Aunque tenemos inmensos retos, como mejorar los resultados de los jóvenes sordos en las Pruebas Saber 11, comparativamente con América Latina somos pioneros. El Instituto Nacional para Sordos es visitado permanentemente por agentes educativos de esta parte de la región. El próximo año, Paraguay implementará y adaptará nuestro programa educativo Colombia Primera en Educación para personas Sordas, lo que resalta nuestra innovación y avance en inclusión educativa para esta población.

Actualmente en Colombia tenemos profesionales sordos graduados con niveles de postgrado y Doctorado, aunque ha sido uno de los retos más grandes en la educación, con las universidades hemos logrado que éstas se ajusten a las necesidades y particularidades de la población sorda, logrando que ellos accedan a los programas académicos como cualquier otra persona sin discapacidad, logro que en algunos países de Latinoamérica es prácticamente imposible.

Sin embargo estos casos que podríamos llamar ¨exitosos¨, jóvenes sordos que logran tener un alto desarrollo, suelen tener dos cosas en común: Oportunidades y Padres Presentes. En el primero estamos trabajando desde el proyecto Colombia primera en educación para personas sordas, fortaleciendo que el niño sordo tenga derecho a recibir educación en su primera lengua, la Lengua de Señas Colombiana. Pero en el segundo, requerimos de la voluntad de los más de 14 mil padres de niños sordos menores de 6 años, que muchas veces no saben qué hacer y por tanto optan por dejar a un lado sus niños, como si hablar una lengua diferente o tener procesos de comprensión diferentes, los despojara de todos sus derechos.

Daniel Webster, reconocido político estadounidense, mencionaba que si le quitaran todas las posesiones, y le dejaran una, elegiría la comunicación, porque con ella recuperaría el resto. El lenguaje da derechos, da poder, permite acceder a la educación, a la construcción de familia, a la inclusión laboral. ¨Mi hijo no me entiende¨ ¨No sé qué hacer¨ son frases muy comunes de padres de chicos sordos, y mi respuesta es siempre la misma: dale lenguaje, dale la posibilidad y el poder de comunicarse a través de la lengua de señas y el español leído y escrito, y dárselo implica la responsabilidad de generar entornos pertinentes en los que por supuesto, todos estamos incluidos.

Probablemente uno de los hechos más hermosos de encontrar la comunidad sorda es saber que la posibilidad de comunicarse y de comprender el mundo no viene solo por los oídos, ésta es una vía más, como cualquier otra, pero están los ojos como mecanismo muy poderoso – ya recordamos el famoso refrán de ¨una imagen dice más que mil palabras¨-, está, el tacto, el olfato, y especialmente está la maravillosa magia de la voluntad real y sincera que el otro me comprenda.

Desde el Instituto Nacional para Sordos -INSOR- entidad adscrita al Ministerio de Educación Nacional, queremos desearles a los padres del país, una navidad llena de comunicación con sus hijos por todas las vías posibles. Una navidad llena de lenguaje, de lenguaje con derechos, de inclusión, de respeto por la diferencia, porque con ello aportamos a esa paz que se acerca, y de la que disfrutarán las próximas generaciones.

Probablemente muchos hijos o padres leyendo este artículo hayan sentido que en su casa pasa lo mismo aun cuando no hay un miembro de la familia con discapacidad auditiva.

Paradójicamente y aun cuando usamos la misma lengua, parece que los años pasaran también sin saber lo que nuestros niños piensan y sienten, sin verlos, y sin un sentimiento sincero que ellos comprendan el mundo que los rodea. Por ello este mensaje es para todos, pues antes que cualquier diferencia de nuestros hijos, somos padres, con los mismos miedos y preocupaciones. Mirar al otro con la comprensión previa que somos diferentes, que podemos pensar y expresarnos distinto, aun cuando pertenecemos a una misma familia, será nuestro mejor aporte a la paz…. y la paz, ante todo, es inclusión.

alitiagos@gmail.com

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