Las propuestas que cambiarían las vías de los vecinos de Bogotá
Según diagnósticos de la Universidad Nacional, que elaboró estas rutas de política pública en materia de movilidad, la relación con Bogotá es el principal factor del caos vehicular de muchos municipios de la sabana. Los desórdenes de urbanización, el tránsito de carga pesada, las concesiones viales nacionales y el paso de población flotante son los dolores de cabeza que municipios de menos de 20.000 habitantes tienen que soportar.
Por ejemplo, en Cota, a 40 minutos de la capital por la salida de la calle 80, el 88 por ciento de los vehículos particulares, que interfieren o atraviesan sus vías, no son de sus habitantes, sino de Bogotá y otros propietarios vecinos. Incluso, hasta el control de los semáforos de la carrera 5.ª, la principal vía, que atraviesa todo su parque, depende de la concesión que tiene esta obra nacional y no de las autoridades locales.
“Los municipios tienen que empezar a decir qué tipo de movilidad quieren tener. Hay mucha debilidad institucional y falta de experiencia”, asegura Iván Baquero, director de las investigaciones del Programa de Investigación de Tránsito y Transporte de la Universidad Nacional, que ha elaboró los planes de los tres municipios.
En los dos de la Sabana Norte, nunca antes se había tenido un plan de movilidad; y en Fusa, aunque sí había un esquema anterior, no se había organizado el sistema de transporte público en varios años. Casi el mismo tiempo en que sí llegaron las urbanizaciones, las residencias de descanso, las industrias y los centros comerciales, por los que se les dio prioridad a los carros particulares, aun cuando la tendencia en estos municipios aledaños es la andar a pie o en bicicleta.
¿Autoridad regional?
Expertos consultados por EL TIEMPO han llamado la atención sobre la necesidad de una autoridad regional de transporte, que se constituiría con un área metropolitana entre Bogotá y sus vecinos.
Aunque actualmente se discute en el Congreso una propuesta de integración con Soacha, los investigadores de la Nacional insisten en que mientras se constituye una figura regional, los municipios pueden fortalecerse para que sean más participativos en el momento de discutir el impacto de proyectos de zonas industriales o concesiones nacionales.
Cota, renovación para el parque central
Más allá de intervenciones puntales, la investigación de la Universidad Nacional concluyó que Cota necesita un “modelo organizacional que garantice la integración de las entidades”, por lo cual proponen crear la Secretaría de Movilidad de este municipio.
Con esta autoridad, que permita, por ejemplo, contratar a ingenieros expertos en el tema de transporte, se haría frente a la problemática del paso de carga pesada y automotores por zonas escolares y viviendas.
La otra medida es restringir el paso del automóvil por la calle principal del municipio, que hoy tiene prioridad, aun cuando el 66 % de los viajes son a pie, en bici o en transporte público. Para ello plantean la creación de anillos unidireccionales, que les darían continuidad a vías todavía no construidas.
Fusa, con tarjetas inteligentes
El Departamento Nacional de Planeación, en convenio con la U. Nacional y el municipio de Fusagasugá, concibió un sistema integrado de transporte público que cambiaría la operación de 28 rutas de buses que hoy transitan en este municipio, al sur de la capital.
Hoy no existen una organización de las rutas ni un centro de control que las regule. Por ejemplo, muchas no cubren en su totalidad a los barrios y todas se dirigen al centro y la terminal, lo que causa congestión en estos puntos.
Para estructurar el nuevo sistema, cuyo costo sería de unos 130.000 millones de pesos, se delimitaron 34 kilómetros de vía, que se complementarían con ciclo rutas, y se delimitaron solo 18 rutas. En cuanto a la operación, los ciudadanos tendrían tarjetas inteligentes similares a las del SITP de Bogotá, y se calculó una flota aproximada de 127 vehículos, con capacidad para 19 pasajeros (tipo microbús). Además, el plan optimizó las rutas rurales, que cuentan con 42 vehículos.
Tabio, apuesta sustentable
En cinco años, Tabio aspira a ser un modelo en movilidad sostenible. Con la propuesta que formuló la Universidad Nacional para su casco urbano, la expectativa es que los recorridos internos por el municipio se basen en ciclovías, caminos peatonales y transporte público.
Aunque Tabio, al norte de Bogotá, no ha recibido directamente el impacto de la capital como Chía y Cota, entre otros municipios, sí verá en los próximos años su influencia al estar cerca de vías como la autopista Medellín-Bogotá y la vía a Villavicencio, en cuyo suelo se podrían dar futuros desarrollos industriales.
La meta es conseguir ofrecerles a los vehículos particulares parqueaderos “disuasorios”, es decir, cercanos al parque principal, pero no dentro de este, para que las personas adopten los caminos peatonales como otro atractivo turístico para llegar al parque principal del municipio. Con los cobros de tales parqueaderos se podría financiar parte de la infraestructura en espacio público que se necesita.