Este domingo 22 de abril a través de todo tipo de actos y actividades, se cumplió en el planeta la celebración del día de la tierra

 En 1962, el senador estadounidense Gaylord  Nelson logró que “El Día de la Tierra” hiciera parte de la agenda gubernamental  del entonces presidente John Fitzgerald Kennedy , tras este acto, el 22 de abril de 1970, se celebró por primera vez el Día de la Tierra,  a la convocatoria se unieron millones de personas,  comunidades, universidades y colegios.

En 1991, el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) elaboraron una estrategia llamada ‘Cuidando el planeta Tierra’ (Caring for the Earth 1991), en la que se establecen nueve principios de sostentabilidad, proyectando una estrategia global fundada en el cuidado ambiental.

Estos principios son:
* Construir una sociedad sustentable
* Respetar y cuidar la comunidad de los seres vivos
* Mejorar la calidad de la vida humana
* Conservar la vitalidad y la diversidad del planeta Tierra
* Permanecer dentro de los límites de la capacidad de soporte del planeta Tierra
* Modificar actitudes y prácticas personales
* Permitir que las comunidades cuiden de su propio medio ambiente
* Generar una estructura nacional para integrar desarrollo y conservación y constituir una alianza     global.

Y aunque esta agenda es bastante significativa, bastaría celebrarlo todos los días con el siguiente decálogo:

• Cerrar la llave mientras se cepilla los dientes. Un vaso con agua es suficiente para la limpieza dental.
• Lavar el carro con un balde de agua y un trapo empapado, el uso de manguera equivale a gastar 50 litros de agua potable por lavada.
• Utilizar bombillos ahorradores (Alógeno), pues consume 80% menos de energía que un incandescente.
• Abolir los escapes de agua, incluso una pequeña gota, puede desperdiciar hasta 13 litros de agua al día.
• Al viajar es importante dejar el refrigerador vacío, desconectado y limpio, con la puerta abierta para que no se formen hongos y bacterias. 
• Evitar comprar «ambientadores», Lo mejor es ventilar las habitaciones y poner plantas con flores naturales aromáticas. 
• Utilizar pilas o baterías recargables. Cuestan más, pero a mediano plazo son mucho más rentables y ayudan a frenar el deterioro ambiental.*
• Evitar comprar aerosoles o espray en cuya composición intervengan gases clorofluorcarbonados (CFC), los cuales afectan la capa de ozono.*
• Abolir los suavizantes para ropa «delicada» pues son de alto impacto para la naturaleza y pueden causar afectaciones en la piel.