La violencia política alcanza una cota en Colombia con el asesinato del exalcalde de Miraflores
El ex alcalde de Miraflores Jorge Eliecer Roa Patiño / TeleSur / Twitter
Roa Patiño fue alcalde del Miraflores en el periodo entre 2000 y 2003, caracterizándose su mandato por la defensa de los campesinos de la región. Amenazado por fuerzas paramilitares, durante su mandato ya se vio obligado a trasladar sus oficinas a la capital del departamento de Guaviare junto a todo su equipo de gobierno municipal.
La Organización para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, Reiniciar, ha emitido un comunicado en el cual indica que Roa Patiño «sufrió una intensa persecución criminal por parte de paramilitares con el silencio cómplice de la Fuerza Pública de la región y la judicialización infundada de la fiscalía».
Con su asesinato, se resucita el fantasma del genocidio, que supuso la muerte de al menos 3000 miembros y dirigentes de la Unión Patriótica, elevando de forma considerable el nivel de preocupación en un país que parece distar mucho de alcanzar la paz que se esperaba tras la firma de los acuerdo de La Habana.
Disidentes de las FARC
A pesar de la situación bajo amenaza de fuerzas paramilitares de Roa Patiño, las autoridades policiales de Guaviare pusieron deliberadamente el foco sobre “disidentes de las FARC”, afirmando durante que “la zona cuenta con alta presencia de disidencias” de la antigua guerrilla desmovilizada.
Además de Roa Patiño, también fue asesinado en las últimas horas el concejal de los Verdes, Jainiver Gualteros, marido de la concejal de la concejal Leidy Johana Henao Lombana, poniendo de manifiesto la existencia de una ofensiva violenta contra líderes políticos en el departamento de Guaviare.
La cifra de líderes sociales asesinados en Colombia desde enero de 2016 acaba de aumentar a 337. La última víctima es Alfredo Manuel Palacio Jiménez, informó la Defensoría del Pueblo.