No hay espacio para usar la bicicleta en Cundinamarca
En la Sabana, el 34 % de las personas camina y 12 por ciento usa la bicicleta como transporte
Con este panorama se encontraron los investigadores de la Universidad de La Sabana, en el marco del proyecto Sabana Centro, que tiene como objetivo analizar las condiciones de vida de los habitantes de los municipios que componen esta provincia, como lo son: Cajicá, Chía, Cogua, Cota, Gachancipá, Nemocón, Sopó, Tabio, Tenjo, Tocancipá y Zipaquirá.
No hay seguridad en bici
Lo anterior es consecuencia de la poca infraestructura que existe para que los habitantes de la Sabana puedan usar el ‘caballito de acero’ como una alternativa de transporte.
Por un lado, las personas prefieren hacer diligencias a pie dentro de los municipios debido a que sus desplazamientos no toman más de 30 minutos. En cuanto a recorridos que toman más tiempo, ya sea a veredas cercanas o, incluso, hacia Bogotá, prefieren usar otros medios de transporte diferentes a la bicicleta.
Un hecho que genera el poco uso de este tipo de transporte alternativo es que no hay una infraestructura robusta ni segura para los biciusuarios.
De hecho, de los 11 municipios, siete tienen adecuados menos de 15 kilómetros de vías exclusivas o ciclorrutas y los otros cuatro ni siquiera tienen. Solo Chía, Cajicá y Zipaquirá están conectados por la construcción de este tipo de vías.
Esto obliga a que el conductor de la bicicleta se baje a la vía para desplazarse junto a carros, camiones y otros vehículos que pueden poner en peligro su vida.
Aunque no hay cifras exactas de cuántos biciusuarios mueren en accidentes de tránsito en Cundinamarca, el Ministerio de Salud entregó un informe en el que explica que en el 2014 la segunda causa de muerte de accidentes de tránsito a nivel nacional se debió a siniestros en los que estuvieron involucrados conductores de bicicletas; le siguen accidentes con automóviles y luego camionetas.
Esto se convierte en un reto para las nuevas alcaldías municipales, pues hay un retraso en la construcción de vías para biciusuarios que garanticen su protección, y si esto cambia, aumentaría el uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo.
Para Daniela Gracia, investigadora de la Universidad de La Sabana, es más común que la gente prefiera usar el transporte público, como flotas y buses, con el ánimo de llegar a su trabajo o estudio porque es más seguro y rápido.
“No es común que los habitantes de municipios más lejanos a Bogotá, que son Nemocón o Cogua, lleguen a la capital del país en bicicleta, es muy complicado por tiempo y también por desgaste físico”, explicó.
Andrés Díaz, secretario de Transporte y Movilidad de la Gobernación de Cundinamarca, aceptó que hay atrasos en la adecuación de ciclorrutas, pero que están trabajando en ello. “Hace solo un par de años se tuvo en cuenta este asunto, y desde entonces se ha intentado mejorar la infraestructura en los municipios”, dijo.
Poco carro y más buses
El estudio también arrojó datos relevantes en cuanto al uso de automóviles o carros particulares y transporte público.
Si bien es cierto que en los municipios de la Sabana que son más cercanos a Bogotá ha aumentado la población proveniente de la capital del país, y por ende el parque automotor, en el estudio se encontró que hay más personas que usan el sistema de transporte público para ir al trabajo o estudio.
En municipios como Chía o Cota es más importante para sus pobladores un buen servicio de transporte público, pues el uso de este medio supera contundentemente el desplazamiento mediante carros particulares.
Para la investigadora Daniela Gracia, esto se da en parte porque el costo de un carro es mucho mayor: “Diariamente, pagar peaje, gasolina, entre otros gastos, supone más desventajas”, argumentó.