Rastrojear: una práctica para la seguridad alimentaria

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Resulta  casi  increíble que en este municipio, sembrado, ante todo,  de edificios y  atiborrado de carros en vías para caballos,  todavía existan  cultivos para rastrojear, pues  sin lugar a dudas la modernidad  marchitó, en un abrir y cerrar de ojos,  los últimos brotes. 

Repelando[1]

Chía| Redacción EPDC| Ciudadanía|
Sin embargo, en la vía que une a Tíquiza con Fagua , casi como un milagro,  niños, hombres y amas de casa “invadieron”, con el beneplácito del dueño del cultivo, con costales y baldes , hoy temprano en la mañana,  un predio de unas 6 htas. Para rastrojear, es decir, entresacar de entre la tierra, papas,  o el producto que se haya cultivado.  Se trata de una práctica, muy usual en el altiplano cundiboyacense, pero que se ha ido  extinguiendo debido a la escasez de predios dedicados al  cultivo alimenticio, pues, en el caso de Chía, los cultivos de flores también se encargaron de devorar la papa, la habichuela, la arveja y todo eso que esta tierra bendita nos regalaba.

En la opinión de  uno de los “rastrojeadores ,  en la actualidad  al momento de cosechar se llevan hasta la último; primero,  porque todo es para vender  y segundo porque ya tan son escasos  los cultivos alimenticios que rastrojear es casi un lujo. Agrega que  hace unos 40 años  él iba de cultivo en cultivo y llenaba costales, así  tenía para gran parte del año de todo un poco y quedaba hasta para regalar.

 Ojalá esas buenas prácticas se revivieran, para recoger del suelo comida en lugar de esa basura, a veces exótica, que nos está ahogando.

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