Agua para Cota, en riesgo por licencias de obras sin control
La Alcaldía señaló que 650 permisos de construcción se entregaron en 2015, algunos con irregularidades, son cerca de 500 viviendas y más de 100 bodegas comerciales. La Situación llevó al alcalde de Cota Carlos Julio Moreno, a suspender por un mes la aprobación de licencias de construcción.
Vías y conexiones con redes de servicios públicos son las principales preocupaciones con el crecimiento de Cota.Foto: Claudia Rubio / EL TIEMPO
A la actual administración le parece irregular esta cifra, teniendo en cuenta tanto el trámite como los tiempos de los procesos en la entidad para su expedición, según explicó el secretario de Planeación, Fernando Muñoz.
Estos permisos hacen parte de los 654 que se entregaron el año pasado en Cota, una de las poblaciones de la provincia Sabana Centro que más demanda de vivienda ha recibido en los últimos años. “No nos preocupa solo el número de permisos, pues algunos incluyen remodelaciones en viviendas familiares, también nos inquieta el impacto de las licencias que buscan construir cerca de 500 viviendas en el municipio y más de 100 bodegas de carácter comercial”, explicó.
Esta situación llevó a que, el pasado 26 de septiembre, la Alcaldía de Cota, en cabeza de Carlos Julio Moreno, suspendiera por un mes la aprobación de licencias de construcción en el territorio, para regular la situación.
Para el Secretario de Planeación, el tiempo fue corto pero les sirvió para identificar algunos casos críticos entre los permisos otorgados el año pasado, pues, según explicó, “en Cota, el promedio anual de aprobaciones, que incluyen reformas, remodelaciones u obras nuevas, es de 300 o 400, pero en 2015 la cifra se sobrepasó”, indicó. A partir de esto se identificaron cerca de 100 proyectos de alto impacto a los que les pusieron lupa.
Según sus cálculos, estos procesos permitirán que en menos de tres años lleguen al municipio cerca de 2.000 personas, cuando las proyecciones de crecimiento, según el Departamento Nacional de Estadísticas (Dane), para este territorio son un promedio anual de 400 nuevos ciudadanos, indicó Muñoz.
Uno de los riesgos que ya identificó la Administración Municipal frente al licenciamiento en el municipio es que no tendrían cómo garantizar la oferta de servicios públicos. El agua es el que más preocupa, pues, según el informe técnico entregado por la Secretaría de Planeación, tras analizar los permisos emitidos el año pasado, algunos de estos no cuentan con la aprobación de Emsercota, la empresa de agua, acueducto y alcantarillado del municipio. “En algunos casos limitan a la empresa de servicios públicos a realizar la conexión de estos”, dicta el informe.
Sin este trámite no tendrían cómo conectarse a la red del municipio. El otro punto consiste en la falta de explicación de estos proyectos sobre cómo harán para garantizarles el agua a los residentes.
De otro lado, Cota es uno de los municipios que hace parte de la cuenca del río Bogotá, y que por la sentencia de recuperación de este afluente, fallada en el 2014 por el Consejo de Estado, se le ordenó a la Alcaldía evitar su contaminación.
Según el informe, “se evidenciaron casos en los que debían certificar la disposición de aguas residuales (pero) no se reportaron los trámites de permisos de vertimientos ante la Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca”.
A su vez, la Contraloría de Cundinamarca realizó varias auditorías en el municipio, así como a otras poblaciones de la Sabana, para vigilar si se está cumpliendo la normatividad. Esta información se encuentra en proceso de validación, según explicó el contralor de la región Ricardo López.
El departamento jurídico de la Alcaldía está revisando las actuaciones que se adelantarán contra algunos propietarios de predios cuyas licencias presentan irregularidades.
Por ejemplo, en una propiedad a la que se le debía liquidar un predio de 975 metros cuadrados, se reportaron solo 627, por lo que no se pagaron al municipio cerca de 8’700.000 pesos. En otro proyecto se declaró un área urbanizable de 14.995 metros cuadrados cuando se iba a construir sobre un área de 33.002, por lo que se dejaron de pagar 40 millones al territorio.
En algunos proyectos, la parcelación de terrenos para la edificación de vivienda o bodegas está bajo la lupa por fallas en su trámite. Así mismo, otros en los que se tramitaron viviendas familiares, pero se están construyendo edificaciones de varios apartamentos que no cuentan con conexión de servicios.
Crecimiento acelerado, un problema en la Sabana
Este año, los municipios de Zipaquirá, Cajicá y Cota, que colindan con el norte de Bogotá, adoptaron decretos que restringen por un determinado tiempo la expedición de licencias de construcción, mientras se revisan la oferta real de servicios públicos y el tipo de trámite que se surtió, entre otros aspectos.
La importancia de esta medida es la evaluación que realiza del crecimiento de los municipios por la emigración de personas de Bogotá, entre otras razones.
Según la encuesta Multipropósito del 2014, realizada por la Secretaría de Planeación de Bogotá, 277.262 personas nacidas en la capital vivían, para ese año, en alguno de los 31 municipios más representativos de Cundinamarca.
Entre los que lideraban la lista se encontraban Chía, Mosquera y Cota, por su cercanía con la ciudad.
Esta decisión ha sido apoyada por la Gobernación de Cundinamarca, entidad que creó el proyecto Región Vida, que articula a los municipios que colindan con Bogotá, para que de manera mancomunada se armonice el crecimiento de los municipios y la capital, sin que se desborde la demanda de vivienda en alguno de los territorios, que ponga en peligro el desarrollo de las poblaciones.
‘Preocupa impacto de proyectos’
El secretario de Planeación de Cota, Fernando Muñoz, señaló que no los inquieta la cantidad de licencias expedidas, que son altas, para el promedio municipal, sino los impactos de algunos de los proyectos que se desarrollarán.
¿Cuáles son las consecuencias de la elevada expedición de permisos?
El tema de servicios públicos es el más evidente. En cuanto al agua, a futuro tendríamos que bajarles la presión a los residentes del municipio, porque sería la misma cantidad de líquido para un mayor número de personas que llegarían a vivir.
Frente a las aguas negras, por ejemplo, la sentencia de recuperación del río Bogotá nos obliga a ser más diligentes.
¿Qué fue lo que pasó en los trámites?
Algunos procesos de licenciamiento tenían certificaciones de servicios públicos que no corresponden a la realidad de la empresa pública municipal, que es Emsercota. Con ello, la empresa no tendría ninguna posibilidad real de ofrecer servicios públicos como agua y alcantarillado a las viviendas.
Otros no especificaron cómo harían las sesiones públicas, a las que están obligados por desarrollar los terrenos, ni dejaron espacio para vías públicas. Por eso nos tocó revisar los permisos otorgados.
Es decir, ¿el municipio no tendría cómo suplir la demanda de servicios, como el agua?
Es así. Como medida de contingencia nos tocó iniciar conversaciones con el Acueducto de Bogotá, para que haya venta de agua en bloque, porque no podemos desabastecer a quienes ya habitan el municipio. Sin embargo, garantizar los servicios es obligación de los desarrolladores.