‘Cara a cara’ de alcalde y opositor del POT de Chía
El POT de Chía sigue dando de que hablar, los problemas de infraestructura de servicios públicos y la falta de participación ciudadana en el proceso, entre otros cuestionamientos, lleva a los contradictores a reaccionar.
Los ciudadanos que se oponen al POT señalan que Chía no tiene la infraestructura adecuada para más viviendas. Foto: César Melgarejo / EL TIEMPO
vigencia del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Chía, al norte de Bogotá, el cual cambia su vocación a municipio residencial, sigue
causando preocupación a una parte de su población.
El POT vigente plantea construir 30.000 viviendas más en Chía, lo que aumentará en 100.000 personas su población para los próximos 12 años.
Para el grupo Ciudadanos Presentes (Cipres), opuesto al nuevo ordenamiento, su principal preocupación es que la infraestructura tanto de servicios públicos y de vías es insuficiente en la actualidad para los 170.000 habitantes que, según el propio gobierno local, hay en Chía.
El alcalde de Chía, Leonardo Donoso, señala en cambio que no se permitirá erigir una sola vivienda hasta que los constructores provean de redes de servicios públicos y cedan terrenos para vías en los sitios en los que realizarán sus proyectos.
La otra polémica se da por una supuesta falta de participación de los ciudadanos en la elaboración del POT, a lo que Donoso responde que se realizaron 17 reuniones con la comunidad y cuatro exclusivas con Ciudadanos Presentes.
‘La vocación es solo para la vivienda’
Leonardo Donoso, alcalde de Chía. Foto: Cortesía Alcaldía de Chía.
Para el alcalde de Chía, Leonardo Donoso, un POT atañe más allá de la edificabilidad y establece la visión del municipio, que debe ser residencial, porque esa población no tiene vocación para otra actividad.
Agregó que el ordenamiento vigente del municipio respeta la conservación ambiental de esa población y su estructura ecológica principal, tema que fue revisado y aprobado por la Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca.
«Incorporamos los componentes que obligan a los municipios de la cuenca del río Bogotá el cumplimiento de la sentencia (para su descontaminación) y es de los primeros POT de la región que cumplen todos estos parámetros», explicó Donoso.
¿Por qué residencial?
Esa visión no se dio porque al alcalde se le haya ocurrido, sino tras un diagnóstico en mesas de trabajo que laboraron cuatro años. A nadie le interesa hacer agricultura, ganadería; tampoco hay vocación industrial.
¿Cómo garantizar infraestructura?
Se hace a través de planes parciales, en los cuales se habilitan zonas homogéneas sobre las que se tiene que presentar una especie de pequeño POT para ese sector en el que se respete la parte ecológica, y en el que deben decirnos por dónde van las vías, cuál es el espacio público que van a dejar, cómo van a construir y financiar los servicios públicos y qué desarrollo de equipamiento realizarán. Cuando ellos lo estructuren, entonces sí se les otorga.
Identificamos el territorio, que fuera ambientalmente sostenible, que tuviera seguridad alimentaria, las zonas de riesgo, el espacio público y por último miramos cómo se va a crecer. Este modelo de ocupación lo dio la ONU y es el proceso rector que da Planeación Nacional.
¿Que se hizo con el nuevo POT?
Conservamos el casco urbano en un 25 por ciento, en los lotes se permitió la construcción de 6 pisos, la misma altura del POT anterior, lo único es que ampliamos las cesiones tipo A, y les dimos la posibilidad de cargas para financiar el tema de infraestructura. Habilitamos 298 hectáreas, de 8.000 que tiene Chía, para expansión urbana, eso no es ni el 4 por ciento del territorio.
Entiendo que la gente piense que se trate de un crecimiento desordenado como avanzó en las ciudades de Colombia, que se construía primero y después se pensaba en vías. En nuestro caso se hizo un alto en el camino y lo que se buscó fue un modelo optimo de crecimiento contrario.
¿Cuántos parciales planes de renovación tiene el municipio?
15, y ninguno se ha aprobado; están en estructuración. En el sector de Samaria y la Balsa hay cuatro planes parciales, los más avanzados. Allí me van a entregar toda la tierra para dos troncales: la del Río y la de Los Andes. Y para poder darle viabilidad deben construir una planta de tratamiento de aguas residuales (Ptar) para 100 litros por segundo que cuesta $ 25.000 millones y deben construir una nueva entrada del acueducto de Bogotá.
¿Por qué no hacer infraestructura con dinero del municipio?
Solo la tierra de la troncal del Río y el peaje de entrada a Chía cuestan $ 400.000 millones, que no tenemos. Con el nuevo modelo cuesta cero pesos, y a la nueva Ptar me dejan conectar parte del municipio.
Adicional a eso el Acueducto de Bogotá me va a entregar una nueva conexión de agua que me duplique el abastecimiento de agua potable. Los constructores lo deben hacer.
Con los cuatro planes parciales de Samaria y la Balsa se le aportará al municipio $ 500.000 millones entre tierras plusvalía, servicios públicos, agua potable y espacio público que el municipio no tendría con que hacerlo. Es lo mismo que se hará en el norte de Bogotá.
¿Qué se incluyó en el POT que solicitaron los opositores?
Se tuvo en cuenta la zona consolidada, que no era viable volverla de expansión urbana, las subdivisiones venta de padres a hijos en predios, la legalización de asentamientos urbanos, el trazado de nuevas vías y mayor espacio público.
‘El alcalde Donoso se equivoca’
José Antonio Parrado es el coordinador de Ciudadanos Presentes (Cipres). Asegura que el alcalde Donoso busca confundir a los ciudadanos sobre el POT que, según sostienen, no fue concertado con la comunidad.
Lo que más les preocupa es el tema de la infraestructura de servicios públicos, ya que según Parrada el cubrimiento del alcantarillado actual es del 75 por ciento, y el acueducto tiene problemas para abastecer la zona. Aparte del tema de movilidad, que señala está colapsando por la falta de vías.
Parrado agregó que en las administraciones municipales pasadas les dijeron que con la construcción de nuevas viviendas se construirían nuevas redes, algo que según él, nunca pasó. «¿Cómo vamos a seguir en la misma línea?», cuestionó.
¿Por qué insistir en que Chía no tenga vocación residencial?
El alcalde se equivoca por su vocación de urbanizador que realizó antes de ser alcalde. Si bien el municipio no tiene vocación agrícola, la tiene de ser oferente de bienes y servicios y no solamente de volverlo una ciudad dormitorio. Ese es el mayor debate, la visión de municipio.
Seguir con esa visión de dejarlo residencial es condenar a la gente a que se vaya a las 5 de la mañana a buscar trabajo a otro lado y llegue a dormir a las 9 de la noche porque en Chía no lo respalda en mano de obra.
Proponemos es un municipio que ofrezca bienes y servicios como la educación, la cultura, el turismo, las industrias no contaminantes, la oferta en salud, las grandes superficies, la oferta bancaria, la tecnología de punta que si demandaría mano de obra.
¿Por qué no se garantiza la construcción de redes?
Los planes parciales se conectan a unas redes secundarias. Ya se presentaron 2 de ellos en menos de un año, uno de más de 3.000 viviendas. Eso no incide en la conexión a redes matrices. El agua se compra en bloque a Bogotá y hay una limitación en redes.
En alcantarillado, en el municipio no se separan las aguas residuales de las de lluvia. Ese es el tema más delicado tenemos un 75 por ciento de cubrimiento y ni siquiera se han cumplido los fallos judiciales para proveer de plantas de tratamiento de aguas residuales y se hay investigaciones en curso porque hay irregularidades en la contratación sobre ese tema.
Pero ¿si el municipio no tiene los recursos, cómo las construirán?
Es absurdo decir que si se triplica el número de habitantes, se deben triplicar las redes para esa nueva población. No hacemos nada con traer más personas y hacer más urbanizaciones para que construyan más infraestructura de servicios públicos, y al mismo tiempo esas redes tienen que sortear las dificultades de mucha más población. Es como decir va a venir más gente a pagar el recibo del agua, pero al mismo tiempo se va a encarecer.
Insistimos en que se organice primero la casa, garanticemos vías, servicios públlicos, tratamientos de residuos sólidos y aguas residuales, organicemos primero el espacio público, respetemos el medioambiente y después si metámonos a traer más invitados a la casa.
Hay que hacer más efectiva el uso de la plusvalía, nos acaban de hacer una actualización catastral que fue bastante dura para los ciudadanos, llegaron recursos frescos que hay que utilizaron en debida forma haciendo un ajuste fiscal. Es necesario que se estimule la llegada de empresas no contaminantes de instancias que aporten en industria y comercio. Son otras maneras de solucionar las dificultades económicas y los últimos alcaldes no le han metido mano a esos temas.
Es verdad que Chía requiere $ 600.000 millones para poder hacer el plan maestro de acueducto y alcantarillado. Precisamente por permitir la construcción con mayor el índice de crecimiento demográfico y urbanístico, prometiéndonos que con esas nuevas construcciones iban a proveer servicios y nunca sucedió. ¿Cómo vamos a seguir en la misma línea?
Donoso señala que tuvo en cuenta sus reparos al POT…
Solo tuvimos dos reuniones en las que solo se limitó a decirnos que no a todo lo que proponíamos. Es falso que alguna de nuestras propuestas haya estado incluida en la modificación del POT. Hemos detectado 16 violaciones a la ley de participación ciudadana.
BOGOTÁ
davrod@eltiempo.com