Concejal de Chía víctima de atentado en su propia casa
La Alcaldía debe tomar medidas rápidas y contundentes ante este hecho, para proteger las campañas electorales que se avecinan.
Los hechos
El concejal y su familia llegaban a la casa cuando fueron atacados por un grupo de hombres, quienes con improperios le gritaban al concejal, por sapo.
Minutos después y ante la llegada de más personas al violento grupo, la familia y el concejal fueron atacados con una lluvia de piedras y ladrillos.
Golpearon a su hermano y a su padre y rompieron los cristales de las ventanas de la casa y de los automóviles parqueados.
El irracional grupo, integrado por unos nueve hombres y dos mujeres, según testimonio de uno de los familiares presentes, atacaron con arma blanca al hermano a quien hirieron con una puñalada en la cabeza que no registro gravedad.
En medio de la violenta gresca los asaltantes gritaban “cojan a uno… llévense a uno…, al que sea y seguían amenazando y previniendo al concejal Camargo.
Junto con la familia, llegaba también el enfermero que venia atender a Roberto Camargo, padre del concejal, quien se encuentra en convalecencia de una operación cerebral.
El padre en medio de los hechos fue golpeado en la cara y más tarde cayo al suelo. Al enfermero le destrozaron el carro.
La novia del concejal no dejó de grabar todo lo ocurrido, hasta que las mujeres del violento grupo se dieron cuenta y llegaron a quitarle el celular.
Como la joven se supo defender, las mujeres le mordieron los brazos para que soltara el teléfono y fue cuando la madre del concejal intervino en su ayuda y se oyeron los gritos, “la policía, la policía”, y por arte de magia los violentos desaparecieron.
La seguridad
El ataque en pleno día (4:00 p.m.) vuelve a poner en evidencia las grandes grietas que tiene el municipio en seguridad.
Más de 20 minutos se demoró la policía del cuadrante en llegar y en la estación del 123, nunca contestaron. Según el secretario de Gobierno, Edwin Torres, la central telefónica está en mantenimiento.
Tampoco hicieron presencia, los hombres de negro y en moto, que forman parte del cuerpo de seguridad que paga la Alcaldía para atender casos como este.
Según testimonios dados por el concejal en sus redes sociales, los agresores gritaban, ya vienen del bar de Fanta.
Fanta es un bar y motel en la vereda Fagua, lugar tan reconocido que con su nombre se identifica ese sector de la vereda.
El lugar es propiedad de Carlos Humberto Ibáñez Socha, exconcejal de Chía (2004-2007) y compañero de cabildo de esa época del alcalde Luis Carlos Segura y del exalcalde Leonardo Donoso.
De este lugar, según los testimonios, parecen haber salido los agresores que atacaron a el concejal y su familia.
Según el secretario de gobierno este lunes notificará a la Unidad Nacional de Protección para que adelante los estudios de riesgo y lo correspondiente a la garantía de seguridad del concejal y su familia.
Tambien indicó que se entregará una recopensa de cinco millones de pesos a quien proporcione información que permita identificar a los agresores.
El caso ha consternado a la sociedad de Chía y ha llenado de preocupación y zozobra a las veedurías municipales, a la comunidad en general y al partido Verde, quienes vislumbran con esta amenazante agresión, el retorno del miedo y la coacción hacia los líderes locales, que luchan contra la corrupción en todas sus modalidades.