La clínica Marly llega a Chía

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Así quedaría la nueva sede de la Clínica Marly. / Cortesía

Chía|Tomado del Espectador|Salud|La Región desde los Medios|
Unos siete años antes de que falleciera, el doctor Jorge Cavelier Gaviria, urólogo y por muchos años cabeza de la Clínica Marly, decidió adquirir un lote cerca de Chía. Eran alrededor de cinco hectáreas en las que algún día esperaba levantar un centro de salud similar al de la calle 50 con carrera 9ª. Chía aún era un pequeño municipio que recibía algunos pobladores de Bogotá agobiados por tráfico y la urbe.

El doctor Cavelier falleció en 2012 y no pudo ver terminada esa obra que iba a llevar su nombre, a manera de homenaje. Pero hoy, tres años después, Luis Eduardo Cavelier, su hijo y gerente general de la Marly, acaba de empezar a cumplir ese propósito. Hace un par de días presentó el proyecto y mostró en detalle cuáles iban a ser los servicios que ofrecerán. Entre ellos se destacan seis salas de cirugía con la última tecnología, 45 camas hospitalarias, servicios de ginecobstetricia, pediatría y neonatología, y 36 consultorios para medicina privada e institucional.

En palabras del doctor Cavelier, este nuevo centro busca atender a una población que poco a poco ha ido creciendo y aún no tiene instituciones de salud que puedan brindarle asistencia médica. “En esa área puede haber más de 400.000 habitantes que necesitan atención. Queremos generar un espacio indispensable que pueda satisfacer las necesidades de esos pacientes”, dice.

La idea es que a finales de este año se pueda empezar su construcción, a la par que se tramita una licencia que permita que el proyecto sea declarado zona franca especial en salud. Los trámites más engorrosos (la licencia de construcción y de urbanismo) ya están resueltos. Y si todo marcha bien, según los cálculos de Eduardo Cavelier, lo más probable es que dentro de unos dos años y medio esta parte de la sabana cuente con un nuevo y tecnificado centro de salud.

En principio se construirán 16.000 metros cuadrados para luego, según la necesidades que se vayan presentando, ampliarlos a 22.000 y aumentar los servicios de hospitalización y de cirugía. Mientras eso sucede, los niveles de alta complejidad seguirán prestándose en la sede de la calle 50, a donde serán remitidos los pacientes que lo requieran.

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