La importancia de aportar a la vía Guaymaral
La destacada labor que ha hecho Giselle Yacamán con la rehabilitación de la vía Guaymaral, no ha terminado.
Si bien la obra llegó a feliz termino desde la autopista hasta el CAI de Guaymaral (4 km de longitud), gracias al préstamo de la maquinaria que hizo el alcalde de Suba, al apoyo humano y económico de la comunidad del sector, que terminó haciendo aportes por $480 millones de pesos, representados en 96 volquetas de asfalto en caliente que alcanzaron para asfaltar buena parte de la vía, más no el último tramo de 1.2 km que va desde el CAI de Guaymaral al puente sobre el río Bogotá, en los limites con Chía.
Para habilitar este último trayecto, que es el que recorre obligatoriamente la gente que va para Chía, ya Giselle había tocado las puertas de los conjuntos que quedan sobre la vía Guaymaral en Chía y contactado con residentes que habitan en el municipio, con la idea que desde Chía también se aportara para conseguir el material necesario para asfaltar este trayecto, pero esta gestión no tuvo mayor eco entre los habitantes del municipio.
Por esta razón se acaba de cumplir una semana, en que Giselle acompañada de vecinas y amigas del sector, se han puesto en la tarea, nada fácil, de pedir una colaboración económica entre los usuarios de la vía para recoger lo necesario y mejorar este tramo de la carretera.
La solución no es tan obvia porque la mayoría de la gente no tiene claro que el puente de Guaymaral es la frontera entre Chía y Bogotá. Que Guaymaral pertenece a la localidad de Suba y que sobre esa vía la alcaldía de Chía no puede hacer nada porque es otro municipio y la alcaldía de Suba tampoco porque la vía es una servidumbre en unos predios privados que están sin des englobar desde hace más de 50 años.
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Esta situación sin resolver entre el Distrito Capital y la comunidad de Guaymaral ha estancado por medio siglo el desarrollo y bienestar de esta comunidad que, si bien ha tenido de las autoridades locales permisos de construcción y el cobro de importantes impuestos, esta a su vez no ha hecho nada por ordenar, facilitar o propiciarle a la comunidad, la entrega de esta carretera a la localidad para que la autoridad ejerza sobre ella las responsabilidades que le ordena la Ley. Ya que debido al carácter privado que la caracteriza, las entidades distritales del estado no pueden mantenerla ni intervenirla, de ahí su deteriorado estado hasta que Giselle decidió arreglarla con la ayuda de todos… y lo logró.
Por esta razón, y para terminar lo que empezaron, la comunidad de Guaymaral bajo el liderazgo de Giselle, se decidió a pedir la colaboración de todos quienes transitan por este segmento de vía, para estabilizar y nivelar el tramo, frezarlo con el viejo pavimento, conseguir la emulsión, la maquinaria, la mano de obra y realizar el asfalto en frio, lo cual han presupuestado que tiene un costo de unos 60 millones de pesos, de los cuales en esta primera semana se recogieron 12 millones de pesos. Lo que significa que, si todo sigue a este ritmo, en mes y medio pueden estar los recursos y en dos meses más lista la obra. Lo que sería un importante ejemplo de velocidad, economía y eficiencia para el gobierno distrital por parte de esta, una comunidad organizada.