Mario Hernández incursiona en el sector de la construcción con un hotel cinco estrellas en Chía
Mario Hernández, reconocido por crear y liderar la empresa de moda, decidió apostarle a la construcción en uno de los municipios de mayor desarrollo industrial y residencial del país: Chía.
En un terreno donde funcionaba el antiguo hospital San Juan de Dios adelantará el proyecto, que también tiene contemplada la construcción de oficinas, comercio y contará con un parque de más de 70 hectáreas. La obra la ejecutará el empresario junto con un grupo de socios con quienes constituyó la empresa Inversiones Santa Inés.
Por ahora se tiene prevista la construcción de 12 pisos, sin embargo, la iniciativa prevé que se lleve hasta los 18, por lo que en este momento se adelanta el trámite para lograr este objetivo. La primera etapa tendrá un costo aproximado de US$40 millones.
El proyecto –que según lo previsto iniciará en enero del próximo año con la idea de que esté listo en julio de 2017– se había planteado inicialmente como un gran centro comercial. Sin embargo, según Hernández, este plan está aplazado y hoy lo que hay es la licencia para el hotel. Posteriormente serán desarrolladas las otras fases de la iniciativa.
Datos del Departamento Nacional de Planeación (DNP) y el Dane indican que Chía es el segundo municipio en crecimiento poblacional en Colombia y uno de los de mejor calidad de vida. Según el DNP, en esta población solo 16% de sus habitantes están en condiciones de pobreza, de acuerdo con el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM).
Estos son indicadores de peso para los inversionistas interesados en establecer allí algún tipo de proyecto. Mario Hernández explica que esta zona es un polo de desarrollo que está marcada no solo por el crecimiento poblacional, sino por el auge industrial que se registra en municipios cercanos como Tocancipá, en donde actualmente 30% de las 50 empresas más grandes del país tienen sede.
A este municipio del norte de la Sabana se suman Cota, Siberia y Cajicá, que también se han convertido en epicentro para la llegada de capitales privados. “Esta es una zona donde no hay un hotel, ni un centro de convenciones y sí un mercado que pide a gritos este tipo de establecimientos. Así ejecutivos, estudiantes e incluso profesores de las muchas universidades que hay en el sector tendrán una alternativa que les evite el desplazamiento hasta Bogotá”, afirma.
El empresario no duda en señalar que el mejor alcalde para esta zona ha sido Gustavo Petro, quien ha impulsado a las industrias a moverse fuera de Bogotá, beneficiando a las poblaciones cercanas a la capital.
La construcción entra a complementar el portafolio de negocios del empresario cuyo core ha estado en el diseño, producción y comercialización de artículos de cuero.
Más inversión
Entre tanto, el negocio de cuero sigue avanzando. La compañía cuenta con más de 60 tiendas, incluidas las que tiene en mercados como Venezuela, México, Panamá, Costa Rica y Rusia, país en que ya entregó una franquicia.
En Venezuela la marca cuenta con 16 tiendas y, a pesar de las dificultades económicas por las que atraviesa ese país, el empresario santandereano no ha contemplado la posibilidad de cerrar ninguna de ellas. Explica que el producto se está vendiendo más barato y esto les permite mantener su operación normal.
Hernández manifiesta que lo que está haciendo es construir una marca latinoamericana con el fin de que los consumidores tengan un producto con la calidad de los europeos, pero a precios más razonables. Por ello, tiene claro que la estrategia no es salir corriendo en momentos difíciles.
Así como no le preocupa Venezuela, tampoco lo inquieta la desaceleración de la economía colombiana ni la devaluación, a pesar del impacto que genera el tema cambiario en la importación de materias primas, que en un buen porcentaje vienen de países como Italia.
“Siempre he hecho como los joyeros. Pregunto a cómo está la onza de oro y a eso la vendo. No me pongo a llorar, sino que liquido al precio que debo hacerlo. Todas las marcas internacionales son muy caras y tengo un producto tan bueno como los extranjeros, pero más barato”.
La compañía marroquinera ha crecido y se ha mantenido gracias a sus planes de reinvención, pues ha entendido que hay un alto potencial de consumo, pero que el gusto y las preferencias del consumidor han cambiado.
Esta es una de las razones de peso por las que la empresa tiene previstas inversiones cercanas a los $1.800 millones para los próximos meses, con la idea de innovar y darles a los clientes productos diferentes.
La compañía está en un proceso de compra de equipos, como cortadoras y procesadoras digitales, que van a ser usadas para la producción de las nuevas colecciones.
Ante la actual coyuntura, que no solo afecta a Colombia sino en general al mundo, el empresario considera que la mejor fórmula para que las empresas crezcan y se fortalezcan es invertir; no, quejarse.
Clínica de Marly
El empresario de la firma marroquinería no es el único con planes en Chía. Allí también se edificará una nueva sede de la Clínica Marly, cuya construcción podría iniciarse antes de finalizar el presente año, luego de haber sido aprobada por la junta directiva de la compañía en 2013. En su momento se habló de que el proyecto tendría una inversión estimada de $62.276 millones y la inauguración está prevista para el año 2017. El objetivo inicial del proyecto es construir 16.000 m2 y luego se evaluará, dependiendo de las necesidades, una ampliación.