El parque El Mirador, cuestionado por los millonarios recursos que se invirtieron durante la alcaldía de Gaitán para su construcción, ahora es la puerta de un basurero. En sus instalaciones se han encontrado desde colchones, llantas y partes de automotores hasta perros muertos.  

El parque está ubicado en la vía que conduce de Chía a Tabio, por el camino de Lourdes. Para su construcción la alcaldía anterior destinó alrededor de $2.000 millones de pesos, con el propósito de disponer de una zona verde para el disfrute tanto de residentes como turistas. Básicamente fue construido para disimular la destrucción de una montaña de la que es responsable la administración anterior, con el beneplácito de la CAR.

De la misma manera que hace siete años la administración de Gaitán se apoderó de la montaña, ahora los desechos están tomando posesión del parque. Este costoso sitio turístico, visitado por algunos nativos y pocos turistas, se está llenando de desechos agazapados  a lo largo de los desfiladeros de la vía. De esta forma se atenta contra la naturaleza, el hábitat, el medio ambiente, la estética y la belleza natural de la ciudad. Ojalá esta administración tome cartas en el asunto, al igual que lo ha hecho con el aseo de la Avenida Pradilla, pues de todos los premios que recibió Emserchía durante la gestión pasada, ninguno fue por limpieza, aseo, o pulcritud del municipio.

Resultaría oportuno  restringir  el paso nocturno por esta vía o apoyar la  vigilancia con cámaras de seguridad que permitan descubrir quiénes convierten esta ruta en botadero, ya que cuidar el medio ambiente en Chía parece ser un propósito imposible de lograr. Es necesario limpiar y mejorar esta ruta, destino de cientos de ciclomontañistas que vienen de Bogotá y de lugares vecinos en  busca de zonas verdes y oxígeno más puro. Por lo menos para ellos habría que mejorar esta significativa esquina del municipio.