Parque Guaia de Chía, un espacio público que no puede ser desamparado

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Adelantar actividades que garanticen la seguridad, el buen mantenimiento y el uso adecuado del Parque Guaia, pide la comunidad.

Imagen aérea del parque Guaia de Chía. Foto alcaldía Municipal
Chía | Por Pablo Andres Castro | Recreación |
 En la soleada mañana del jueves 17 de diciembre de 2020, una delegada de la constructora Amarilo le entregó al Alcalde de Chía, Luis Carlos Segura, una zona de cesión tipo A, que ha transferido al municipio, a título gratuito, con destino a zonas verdes, parques y equipamiento comunal público, en cumplimiento a una orden catastral que obliga a los constructores a hacer estas cesiones. En este caso, se trata de un predio de más de 3 hectáreas al que se denominó Parque Guaia, ubicado en el sector del 20 de Julio de la zona urbana del municipio. 

El parque cuenta con 33.038 metros2 de espacio público, zonas verdes y recreativas, un teatrino al aire libre, ciclorrutas, máquinas biosaludables y juegos para niños, entre otros. Esta obra incluye la apertura de la proyección vial de la calle 10, entre carreras 1A y 3, a la que se destinará un área de 6.048 metros cuadrados y una zona de equipamiento público de 4.772 metros cuadrados. Constituye, así, un espacio muy significativo, sin antecedentes en el municipio, por su área, ubicación y diseño. 

Si bien es motivo de alegría y satisfacción para la comunidad en general contar con escenarios y espacios públicos como este, es fundamental que dichos espacios sean debidamente conservados, de tal manera que puedan generar calidad de vida, bienestar y mayor valor a los inmuebles que hacen parte del vecindario.

Apertura de la calle 10, dentro del parque Guaia. Foto alcaldía de Chía

Ahora bien, para que esto sea posible, es necesario implementar políticas de control y mantenimiento que fomenten adicionalmente la participación de la comunidad en el cuidado de sus zonas de esparcimiento, ya que el abandono o falta de control por parte de la administración y las autoridades respectivas, termina llevando a que estos escenarios pierdan su esencia, mutando paulatinamente su uso recreativo, deportivo y cultural, en un espacio para usos inadecuados.

La voluntad arbitraria de los distintos y múltiples usuarios del Parque Guaia no debe imperar en la cotidianidad de este espacio público. Es necesaria una coordinación planificada que garantice la seguridad del espacio, tanto para aquellos que lo visitan, como para los vecinos del sector.

Subrayo esto, ya que en el corto tiempo que lleva el Parque Guaia abierto al servicio de la comunidad, se han presentado de manera reiterada una serie de actividades y situaciones que van en detrimento, tanto del espacio público, como de los vecinos mismos. Para dar una idea más clara de la situación, se han reportado casos de hurto, consumo de sustancias alucinógenas y embriagantes, micro tráfico de estupefacientes y vandalismo contra la infraestructura pública. Como si esto no fuera bastante, también se ha observado que muchos no se toman la molestia de recoger las heces de sus mascotas, y otros pasean razas caninas fuertes o de manejo especial, sin correa ni bozal.

Maquinas biosaludables del parque Guaia. Foto alcaldía de Chía

Adicionalmente, se han visto, en varias ocasiones, automóviles parqueados en la zona con equipos de sonido a alto volumen; también hay quejas por un uso desmedido de las áreas deportivas, personas jóvenes con parlantes portátiles a alto volumen, ventas ambulantes y uso de zonas verdes para necesidades fisiológicas, entre otros desatinos, que reflejan la poca o nula educación de algunas personas y la falta de control por parte de autoridades y vecinos. A todo esto, se suma el hecho de que no se hace ningún tipo de mantenimiento a las zonas verdes y los jardines, lo que afecta abruptamente el paisajismo de la zona. 

Por todo esto, existe la necesidad de generar rondas y puestos de seguridad, mantenimiento y proyección del paisajismo, cuidado de árboles y zonas verdes, mejoramiento del alumbrado, mantenimiento de las máquinas biosaludables existentes y, eventualmente, la instalación de otras más. Igualmente, la zona requiere que se instalen canecas de basura, casetas formales de venta de artículos para los asistentes al parque, cámaras de seguridad, vallas de información y señalización que garantice el uso apropiado del parque. 

El espacio abre la posibilidad a realizar eventos culturales y deportivos, debidamente planeados y organizados. Y seguramente los vecinos tienen muchas ideas que ayuden a fomentar el uso adecuado de este parque para convertirlo en un modelo de bienestar para todo el municipio y un referente del manejo del espacio público a nivel local, regional y nacional.

No sobra advertir que tanto los Administradores, en su condición de representantes legales de sus copropiedades, como los respectivos Consejos de Administración en ejercicio de sus facultades y en representación de sus Asambleas, son protagonistas estelares, por acción o por omisión, de los efectos positivos o negativos del uso que se haga del parque; es decir, son responsables solidarios frente a la comunidad que representan.   

Parque Guaia. Foto alcaldía de Chía

Por lo anterior, es fundamental que desde la comunidad se gestione una organización con las copropiedades del sector para que, junto con la administración municipal, puedan adelantar actividades que garanticen la seguridad, el buen mantenimiento y el uso adecuado del Parque Guaia, para evitar así que el descuido de este espacio nos afecte a todos.

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