Sobrepoblación de palomas en Chía sigue sin solución
Foto Taiana Ballesteros
Estas palomas que nos rodean y que se han tomado el parque por su cuenta, en ocasiones presentan incomodidades y situaciones de riesgo porque ingresan a restaurantes y cafeterías donde se posan sobre la gente o en las mesas sorprendiendo y asustando a los comensales. Ellas pertenecen a la especie Columba Livia, o paloma bravía y en Chía están en un acelerado aumento.
Según la Secretaría de Salud del municipio estas aves son portadoras de enfermedades como la histoplasmosis, ornitosis, salmonelosis y criptococosis. Además, en ellas habitan varios ectoparásitos como el chinche del nido, garrapata, y moscas de paloma, que pueden ser perjudiciales para la salud de las personas.
Para Andrea Sánchez, veterinaria de la Secretaria de Ambiente del municipio, una de las razones para que las palomas se queden habitando en determinados lugares, es la facilidad que tiene en conseguir alimento.
Para contrarrestar este crecimiento poblacional la administración municipal contrató con la Fundación PATA (Protectora Ambiental contra la Tortura Animal) a través del biólogo y especialista en proyectos ambientales, Mauricio Cano, un proyecto para frenar esta problemática, enmarcada en el Plan de Desarrollo de actual gobierno, que incluye varias etapas y actividades.
En el marco de este plan la Fundación PATA realizó del 16 de octubre al 16 de diciembre de 2017, un estudio donde se determinó, la sobrepoblación de la especie, la concentración masiva de la misma dentro del parque principal, la producción de un diagnóstico y el diseño de un plan de control, cuyo valor alcanzó los 29 millones de pesos.
Foto Tatiana Ballesteros
Según el plan se debe crear un centro de paso para las palomas, con albergues ecológicos, un laboratorio, un veterinario, personal al cuidado, comida y lo más importante, la captura de las palomas para el traslado al albergue. Dicho plan asciende a 600 millones de pesos. Este proceso deben estar dirigido por la Secretaria de Ambiente, la Fundación PATA y un equipo interdisciplinario.
Sin embargo, un año después de terminado el diagnóstico y de una inversión de 29 millones de pesos, no se ha podido concretar la segunda fase del estudio, donde se llevaría a cabo el control de la reproducción de palomas, para evitar así una verdadera plaga y los riesgos a posibles enfermedades de salud pública, porque las palomas bravías, se siguen reproduciendo.
La «catalepsia» de la administración frente a los numerosos y variados problemas que afronta el municipio no deja de preocupar a los chías, en especial a los vecinos del parque Santander, quienes son los directamente afectados con esta problemática, que sin atención se puede convertir en plaga.
Mientras tanto y en consecuencia, se recomienda a la comunidad que evite alimentar las aves para no estimular su permanencia en el parque.