El Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo presenta en marzo la opera Madama Butterfly, en tres únicas funciones.
Madama Butterfly, ópera en tres actos con música de Giacomo Puccini y libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Ilica, se ha convertido en uno de los títulos emblemáticos de este género.
La temporada comprende tres únicas funciones: miércoles 13 y viernes 15 de marzo a las 8:00 de la noche y domingo 17 a las 5:00 de la tarde, con entradas desde $40.000.
La narrativa
La historia se desarrolla en Nagasaki, Japón, a finales del siglo XIX o principios del XX, época en la que Estados Unidos y Japón consolidaron una estrecha relación comercial. Tiene como personajes centrales a Pinkerton, teniente de la Marina norteamericana y a Cio-Cio-San, también conocida como Butterfly, una joven de 15 años de origen noble.
Pinkerton ha negociado con el casamentero japonés Goro su boda con Cio-Cio-San. El tío Bonzo de Butterfly, sacerdote budista, la maldice al saber que su sobrina se ha convertido al cristianismo y obliga a todos los parientes a renegar de ella. Pinkerton se marcha a Estados Unidos con la promesa de volver. Al poco tiempo de la partida, Cio-Cio-San tiene un niño, del que Pinkerton nunca se entera. Pasan los años y no hay noticia de Pinkerton, hasta que un día Sharpless, el cónsul de los Estados Unidos, anuncia su regreso… Una historia de amor llena de ausencias y un trágico desenlace.
Sobre la coproducción hablamos con Alejandro Chacón, director escénico de la producción, la escenografía, la historia de esta ópera y la importancia del género.
¿Quién es Madama Butterfly?
Butterfly está basada en una mujer real, que existió. Fue la novia de Pierre Loti, un marino francés que viajó mucho a Japón. En esa época en Japón, cuando los extranjeros llegaban a quedarse un tiempo se les conseguía una esposa y una casa para el tiempo que se fueran a quedar. Así que no era una geisha, era una esposa, pues se casaban. Loti escribió una novela que se hizo famosa, Madame Cryshantheme (1887). Loti vivió con ella el tiempo que duró en Japón y cuando se fue la dejó.
¿Cómo nace esta ópera?
Butterfly es un nombre de ficción que le puso John Luther Long, el que escribió el cuento sobre ella. Ella en realidad se llama Cio Cio San. La novela de Long se publicó originalmente por fascículos. Y luego David Belasco, un productor de Broadway muy famoso, escribió una obra de teatro sobre la novela de Butterfly. En realidad, Puccini estaba en Londres en 1902, cuando estaban dando la obra de teatro Madama Butterfly, así que le escribió a Luigi Illica (libretista italiano) diciendo que sería un gran tema para una ópera. El primer acto de Puccini está sacado de la novela, y el segundo y tercer acto están sacados de la obra de teatro.
¿Cómo es la atmósfera y la estética de esta propuesta que veremos en el Teatro Mayor?
Esta es la tercera puesta en escena de esta producción por lo que se han rescatado las plataformas de las veces anteriores, solo hay que hacer la estructura base. Hemos traído un pintor del Teatro Colón de Buenos Aires que está pintando los paneles que son en gasa, transparentes. Es muy simple, hay tres líneas de paneles, con una rama de cerezo, que se mueven sobre rieles. También está en el fondo la bahía de Nagasaki, que es donde ocurre la historia y donde está la casa de Butterfly. Los trajes los tenemos de ocasiones anteriores y arreglarlos para diferentes cantantes no es un problema grande.
¿Cuál es el elenco elegido para esta ocasión?
Esta vez tenemos un muy buen elenco. Tenemos una muy buena soprano, la griega Alexia Voulgaridou, quien es la persona en la que recae el peso de esta ópera. Tenemos una muy buena mezzosoprano, la turca Asude Karayavu; un barítono que nos va a hacer llorar tranquilamente porque es muy bueno, es un gran actor y con buena presencia: el uruguayo Marcelo Guzzo, que ya ha trabajado con nosotros y uno realmente le cree como el cónsul de los Estados Unidos. Y tenemos a César Gutiérrez como tenor, que es nuestra estrella colombiana. Él hace de Pinkerton, que es el malo de la película, y es raro verlo de malo, pero lo hace muy bien.
¿Qué es la ópera para usted?
La ópera es una pasión. Si tú no eres apasionado, mejor no te dediques a esto. La ópera es como un virus incurable que se contagia la primera vez que la ves, y te queda ya de por vida, y no quieres dejar de verla nunca. Yo por eso digo siempre que la gente que dice que no le gusta la ópera, es porque no la vio. Es más, no basta con verla por video, hay que verla en vivo en el teatro. Uno escucha a esos cantantes sin micrófono, esa música le llega a uno al alma, como no te llega de ninguna otra forma. El video es a la ópera lo que el sexo virtual es al sexo: sí, uno se emociona y todo, pero no es lo mismo. La ópera te produce cosas que solamente se producen a ese nivel. Te hace reír, te hace llorar.
¿Por qué el público no se puede perder Madama Butterfly?
Primero que nada, no vivimos en nueva York, donde hay seis funciones por semana durante cuatro meses. Aquí [en el Teatro Mayor] hay tres funciones, dos veces al año, y no más, y si te perdiste eso te va a tocar viajar si quieres ver ópera. Y eso vale para Madama Butterfly, y para todas las óperas. Es increíble, Bogotá es una ciudad de nueve millones de habitantes y solamente unos cuatro mil privilegiados podrán ver esta ópera, así que como porcentaje de población es muy bajo. Entonces los cuatro mil privilegiados que pueden ver la ópera, por favor no se lo pierdan. Es un crimen de lesa humanidad perdérsela.
Y segundo, porque es una maravilla. Van a llorar, van a disfrutar, lo van a recordar de por vida. El que nunca ha visto ópera, va a quedar enamorado y va a volver siempre. Y para el que ya la vio, va a ser una excelente versión comparada a las que ya conoce, concluyó diciendo el director.
El Conversatorio
De otro lado y como parte del programa Ópera para todos, del Teatro Mayor, Cine Colombia, Alejandro Chacón, director escénico de Madama Butterfly, hará un conversatorio sobre esta ópera de Puccini y sobre Adriana Lecouvreur, de Francisco Cilea, título que presentará Cine Colombia en diferido el 16 de marzo. Este conversatorio se llevará a cabo el sábado 9 de marzo, 10:00 a las diez de la mañana en Cine Colombia Avenida Chile.