Desde su inauguración hace seis meses, el centro sigue sin abrir sus puertas. La Contraloría advirtió sobre el riesgo de deterioro de las instalaciones y equipos, y convocó a una mesa de trabajo este lunes 5 de septiembre.
El contralor de Cundinamarca, Ricardo López Arévalo en compañía del contralor de Soacha, el personero del municipio y funcionarios del Instituto de Infraestructura y Concesiones de Cundinamarca – ICCU, recorrieron las instalaciones y alertaron sobre el posible deterioro de las instalaciones y de los equipos especializados que hacen parte de la dotación para facilitar la atención de las víctimas que acudan al lugar.
Así mismo, llamaron la atención y señalaron que la falta de previsión en la no implementación oportuna del servicio de agua potable en el lugar puede comprometer los $4 mil millones de pesos de la inversión total del Centro de Atención a víctimas.
Ante esta situación, el contralor de Cundinamarca, Ricardo López Arévalo convocó a una mesa de trabajo de los integrantes de la Comisión Regional de Moralización, Bogotá-Cundinamarca, este lunes 5 de septiembre a las 10 de la mañana en la sede del organismo de Control.