Cundinamarca contra la explotación sexual infantil.
En el marco del ‘Día internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños’, la Gobernación a través del programa ‘Tempranas Sonrisas’, genera estrategias de ambientes protectores que garanticen el goce efectivo de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
La labor se adelanta a través del programa ‘Tempranas Sonrisas’, del eje Tejido Social, del Plan de Desarrollo ‘Cundinamarca unidos podemos más 2016 – 2020’ desde el cual se generan estrategias de ambientes protectores que garanticen el goce efectivo de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en su vida, honra y bienes, así como de sensibilización a los sectores socioeconómicos regionales como establecimientos comerciales, hoteleros, turísticos e industriales, que permitan la denuncia y no tolerancia de este flagelo.
Al respecto, la directora de Inclusión y Economía Social de Cundinamarca, Jaidy Zárate, expresó que “el próximo jueves 29 de septiembre, participaremos, al lado de otras entidades, en el ‘Taller de promoción para la prevención de la explotación sexual infantil’, que organiza el Instituto departamental de Cultura y Turismo de Cundinamarca en el municipio de Girardot”.
Sobre el ‘Día internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños’
La conmemoración, fue instaurada por la Conferencia Mundial de la Coalición contra el Tráfico de Personas y en coordinación con la Conferencia de Mujeres en 1999, en Bangladesh, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) denomina ‘la esclavitud del Siglo XXI’, dado el aprovechamiento, contención y dominación de un menor de edad, sometido a realizar actos que involucren partes de su cuerpo para satisfacer deseos sexuales de un adulto y recibiendo remuneración económica o en especie, para la víctima, familiares o terceros.
La trata de personas es un delito de la delincuencia organizada transnacional donde los traficantes realizan la selección, captación, traslado y recepción, especialmente, de mujeres, niñas, niños y adolescentes, para obligarles a ejercer las peores formas de trabajo en las modalidades de: prostitución, (la más conocida); pornografía; turismo con fines sexuales, (con engaños, fuerza o amenazas); matrimonio servil o casamiento temprano, (muchas veces no formalizado); servidumbre o mendicidad y extracción de órganos y óvulos sin consentimiento.
Según la normatividad, en Colombia las penas por estos delitos tienen privación de la libertad con cárcel de 3 a 25 años, sanción pecuniaria y extinción de dominio a los bienes raíces.