Esto fue lo poco que cambió en Cundinamarca
Más allá del triunfo cantado de Nicolás García para la Gobernación de Cundinamarca, que significa una continuidad con respecto a Jorge Rey, de los resultados de las elecciones en el departamento se pueden sacar otras conclusiones que sí evidencian algunos cambios llamativos.
García barrió, pero no logró su ambiciosa meta
Con casi toda la maquinaria de su lado, Nicolás García ganó en los 116 municipios del departamento, con lo que superó a su amigo y actual gobernador, Jorge Rey, que hace cuatro años ganó en 98. En los 18 restantes se impuso Nancy Patricia Gutiérrez, la candidata del Centro Democrático y el Partido Conservador.
García, además, sacó 634 mil votos, 89 mil más que Rey, y se quedó con el 55 por ciento, mientras que Rey obtuvo el 53 por ciento en 2015.
Esos números arrasadores, sin embargo, estuvieron por debajo de su expectativa, pues en plaza pública le decía a la gente que quería lograr 700 mil votos, así que le quedaron faltando 66 mil.
Además, aunque superó la votación histórica de 608 mil votos que había obtenido Álvaro Cruz en 2011, no ganó con la misma fuerza que éste si se tiene en cuenta que Cruz se quedó en su momento con el 63 por ciento de los votos.
El voto en blanco fue más fuerte que cualquier otro competidor de García
El segundo lugar en las elecciones a Gobernador no se lo llevó ningún competidor de Nicolás García, sino el voto en blanco, con 243 mil votos, el 21,3 por ciento.
Aunque eso no logra igualar los 360 mil votos que obtuvo Nancy Patricia Gutiérrez en 2015, que se quedó con el 35,2 por ciento en ese momento, sí se trata de un voto de protesta altísimo, que le hubiera dado fuerza a cualquier otro candidato para mantenerse vigente políticamente en el departamento.
En 2011, cuando ganó Álvaro Cruz, el voto en blanco también quedó de segundo, pero con cifras menores: 125 mil, que significaron el 13,9 por ciento. Además, el candidato que quedó por debajo, Everth Bustamante, obtuvo una votación casi igual que representó el 13,1 por ciento.
Este año, los demás candidatos estuvieron muy por debajo del voto en blanco.
El segundo aspirante más votado fue Wilson Flórez, del Centro Democrático, que obtuvo 100 mil votos (8,7 por ciento). Es decir: sacó menos de la mitad que el voto en blanco.
El tercero fue Ricardo Mestizo, del Polo y Colombia Humana, que obtuvo 59 mil votos (5,1 por ciento). El cuarto, fue Germán Escobar, el candidato de Sergio Fajardo, que obtuvo 53 mil (4,6 por ciento). Y el quinto, el cristiano Pedro Caycedo, de Colombia Justa Libres, que sacó 48 mil (4,2 por ciento).
Todo esto puede tener varias explicaciones, como que la debilidad que siempre se les vio a los competidores de Nicolás García se tradujo en que mucha gente no quisiera votar por ellos porque no les veían opción y más bien sentaran su protesta votando en blanco.
Asamblea: poco renovada, suben Cambio Radical y el Liberal, y baja La U
En estas elecciones, 14 de los 16 diputados actuales buscaron su reelección, y 12 la lograron, por lo que la Asamblea no habrá mayor renovación.
La U, que en 2015 fue el partido más votado, pasó de cinco a tres curules. Ganaron Víctor Julián Sánchez, conocido como ‘Perico’ (cercano al ganador en la Gobernación, Nicolás García); Juan Carlos Coy (cercano al representante José ‘El pájaro’ Caicedo); y Pedro Aníbal Cárdenas (del grupo del exrepresentante Alfredo Molina).
Perdió su curul Óscar Carbonell Rodríguez, de Chía.
El Partido Liberal pasó de dos a tres curules. Entraron Hermes Villamil y Alexander Prieto (cercanos al representante Óscar Sánchez); y José Ricardo Porras por tercera vez (cercano al actual gobernador Jorge Rey).
Cambio Radical, que sacó tres en el 2015, ganó una. Fueron elegidos Édgar Mayorga (cercano a la representante Betty Zorro), José Nicolás Gómez (cercano al representante Leonardo Rico), Luis Arnoldo Ulloa (del ala del senador valluno Carlos Abraham Jiménez) y José Humberto Garcés (cercano al senador Germán Varón y al exrepresentante de Cambio, y hoy magistrado del CNE, Jorge Rozo)
De ese partido se quemaron José Rueda y Nancy Patricia Venegas
La lista de coalición del partido Conservador y MIRA logró meter a los dos diputados godos que ya estaban, Helio Rafael Tamayo y Constanza Ramos, por lo que el MIRA se quedó sin diputado.
La Alianza Verde pasó de una a dos curules. Se reeligió Julio César Delgadillo, y llegó nuevo Fabián Mauricio Rojas, exconcejal de Zipaquirá y cercano a Wilson García, alcalde electo de ese municipio.
El Centro Democrático mantuvo sus dos curules: una con el repitente Édgar Cruz (del ala del representante Rubén Darío Molano) y otra con el candidato a la Gobernación Wilson Flórez, que por quedar segundo tenía derecho a esa curul y aceptó.
Cruz y Flórez serían la bancada de oposición a Nicolás García, aunque, teniendo en cuenta lo que pasó en estos cuatro años, al menos en el caso de Cruz puede convertirse en un diputado más del gobierno, mientras que Flórez viene de hacerle duras críticas a García en la campaña.
No se sintió el voto alternativo que emergió en presidenciales
En la primera y segunda vueltas presidenciales municipios de la Sabana y cercanos a Bogotá hicieron sentir el voto alternativo en favor de Sergio Fajardo y Gustavo Petro. Esa tendencia, sin embargo, no se mantuvo en estas elecciones locales.
Y eso no sólo porque Nicolás García, el candidato de las maquinarias, ganó sobrado en todos los municipios, sino porque aquellos en los que ganaron Fajardo y Petro en 2018, los candidatos de estos ni siquiera perdieron con porcentajes altos.
En la primera vuelta presidencial Fajardo ganó en 12 municipios: Madrid, Facatativá, Tocancipá, Cajicá, Chía, Funza, Mosquera, Zipaquirá y Sopó, así como en otros tres cercanos a la capital: La Calera, Ubaté y Suesca.
Mientras tanto, su candidato a la Gobernación, Germán Escobar, tan sólo fue segundo en cuatro: Facatativá, Mosquera, Sopó y Ubaté, con entre el 3 y el 9,5 por ciento de los votos.
En esa primera vuelta Petro ganó en Soacha, Pasca y Cabrera, mientras que su candidato, Ricardo Mestizo (que también tenía el aval del Polo), quedó de segundo en los tres, pero con apoyos entre 5,3 y 15,9 por ciento.
Eso termina ratificando la tendencia nacional de que en elecciones locales prima más el voto de maquinaria que el de opinión que reina en presidenciales.
En la tierra de Rey, su alfil a la Alcaldía pasó raspando
El cristiano Daniel Bernal, candidato de Jorge Rey a la Alcaldía de Funza (el municipio donde nació el Gobernador) ganó, pero a pesar de tener el aval de nueve partidos, pasó raspando a pesar de que se esperaba que arrasara.
Sacó 18.700 votos, el 42,6 por ciento, apenas mil votos más que el segundo, Óscar Javier Uribe, candidato del Centro Democrático que sacó el 40,3 por ciento.
Eso contrasta con lo que sacó en 2015 el actual alcalde, Manuel Montagut, también puesto por Rey, que obtuvo 22.400 (59,7 por ciento). Con lo que sacó en 2011 Jorge Machuca, otra ficha de Rey: 17.144 (52 por ciento). Y con lo que sacó Rey en 2007: 12.600 votos (53 por ciento).
Lo de Bernal en Funza también contrasta con lo ocurrido en Mosquera, la tierra del gobernador electo, Nicolás García. Allí su candidato y amigo, Gian Carlo Gerometta, que tenía ocho avales, ganó con el 70 por ciento de los votos (31.184), mientras que la que quedó de segunda, Ivonnet Tapia (Alianza Verde, Polo y Colombia Humana), sólo alcanzó el 11 por ciento.
Betty Zorro perdió su fortín en Soacha
En Soacha, la cacica Betty Zorro Africano, representante a la Cámara de Cambio Radical, no logró que su candidato, Giovanni Ramírez, ganara la Alcaldía y así mantener su poder en la administración, que hoy tiene con el profesor Eleázar González.
Allá ganó el candidato que prometía un cambio, Juan Carlos Saldarriaga, que se lanzó por cuarta vez y llegó avalado por La U y el Centro Democrático, y sacó 59.900 votos (43,4 por ciento).
El candidato de Zorro sacó 45.700 votos (34,9 por ciento).