Actualmente la cuenca alta del río Bogotá no cuenta con la capacidad de almacenamiento suficiente. Las lluvias continúan y la administración departamental asegura que ya tiene listos los estudios que permitirán llevar a cabo las obras de ampliación, mientras tanto los habitantes de las zonas aledañas seguirán dependiendo del envío de maquinaria y personal para atender las potenciales emergencias que puedan emerger con los aguaceros.

Si bien las autoridades ambientales aseguran que ha habido una disminución de riesgo de inundaciones en ciertas poblaciones cercanas al río Bogotá, lo cierto es que las últimas lluvias han afectado algunos conjuntos residenciales de Soacha; los residentes de este sector despertaron este miércoles con una invasión de aguas negras que penetró en sus apartamentos. El alcantarillado se rebozó y afectó dos urbanizaciones, donde el agua llegó hasta los 20 centímetros de alto en los primeros pisos.

Según la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), el riesgo de inundaciones hoy día es menor al que se presentó la semana pasada, cuando los municipios de Chocontá, Suesca, Sáchica y Villapinzón fueron declarados en alerta roja. La CAR asegura que ya no existe peligro de daños materiales, por lo que se la alerta disminuyó a amarilla.

Pese a lo anterior, otros municipios continúan adelantando monitoreos y acciones preventivas para evitar que el río Bogotá los tome por sorpresa. Las autoridades municipales de Chía y Cajicá aseguran que “todo está bajo control” y no hay peligro de desbordamiento ya que el nivel del río está bajando.