La Universidad Libre revela preocupante radiografía del desempleo juvenil en Colombia

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Bogotá, tiene un índice de desempleo juvenil de 18%. Las localidades con la tasa más alta son: Suba, Kennedy, Bosa, Ciudad Bolívar y Engativá. La población joven económicamente inactiva supera el 42%.

Future after school?

 

  Nación | Prensa Universidad Libre | Trabajo |
 A propósito del Día Internacional del Trabajo, que se celebra en todo el país, la Universidad Libre publica un informe en el que recopiló y analizó datos oficiales del DANE y del Ministerio de Trabajo, entre otros, que revelan una completa pero preocupante radiografía del desempleo juvenil en el país.

El 17% de la población, entre 18 y 28 años, no tiene trabajo en el país.

 La mitad de los colombianos desempleados son jóvenes.

Por género, el 13% de los hombres adolescentes no está ubicado laboralmente, contra el 23% de las mujeres.

Los jóvenes con estudios profesionales son los que más se demoran en encontrar empleo con 31 semanas; seguidos por los técnicos (27 semanas) y los bachilleres (22).

El documento, también recoge las principales propuestas de los candidatos a la Presidencia de la República para combatir la desocupación entre los adolescentes.

En cifras, actualmente hay cerca de tres millones 400 mil jóvenes desocupados que viven en medio de la disyuntiva entre la esperanza de conseguir un empleo y la frustración de no alcanzarlo, por su falta de experiencia.

Los colombianos entre 18 y 28 años representan el 27% de la población, es decir unas 12´768.157 personas, según datos del DANE a 2018.

Encuestas recientes del Ministerio de Trabajo, señalan que el 82% de esta población, es decir unos 10 millones 400 mil adolescentes, considera una paradoja que se les pida experiencia laboral previa para acceder a un primer empleo formal.

Y aunque la cobertura en educación superior haya mejorado, por lo menos así lo confirma el Banco Mundial que señala que en América Latina los adolescentes entre 14 y 24 años que asisten a una universidad pasaron del 21% en el 2000 a 43% en 2017, aún existen importantes retos con relación a la educación para el trabajo. 

Los indicadores oficiales del DANE señalan que en el país actualmente hay 6´240.000 mujeres y 6´518.000 hombres, entre 18 y 28 años, personas que son potencialmente mano de obra para el sector productivo, pero que tristemente su tasa de desempleo ronda el 17%. 

El Gobierno Nacional para enfrentar esta problemática social, creó en 2015 el programa ‘40 Mil Primeros Empleos’. Los primeros seis meses los asume el Estado, mientras que los beneficiarios adquieren experiencia; luego los empresarios se comprometen a formalizar al 60% de los adolescentes, otorgándoles prestaciones sociales. 

Según cifras del Ministerio de Trabajo, el programa actualmente beneficia a más de 42.625 bachilleres, técnicos, tecnólogos y profesionales, entre los 18 y 28 años, que laboran en 8.200 empresas.

En conclusión, se sumaron más de siete mil cupos a la iniciativa que en este momento es operada por las cajas de compensación familiar.

Hasta el momento, el programa ha hecho una inversión que supera los 300 mil millones de pesos y el 52% de los beneficiarios son mujeres. Una noticia positiva en un país donde la mitad de la población desempleada son jóvenes.

Otra iniciativa del Gobierno fue la implementación en 2016 de la Ley 1780, que promueve el empleo y el emprendimiento juvenil. Este estatuto, señala que el Estado, a través de las empresas industriales y de la economía mixta, debe garantizar la existencia de un 10% de los cargos para jóvenes sin requisito de experiencia. Sin duda, un granito de arena para alcanzar una solución que debe ser conjunta entre el sector público y el sector privado.

Sin embargo, esta ley tiene algunos problemas de enfoque. Por ejemplo, exige que se eliminen de los requisitos la libreta militar, pero al revisar las estadísticas el desempleo femenino es más alto que el masculino, por ende no se está atacando el problema de raíz.

Indicadores poco optimistas   

Según el DANE, entre diciembre de 2017 y febrero de 2018, el porcentaje de desempleo para las personas de 18 a 28 años fue de 17,7%; esta tasa estuvo acompañada de una participación global de 57,9% y una ocupación de 47,6%. En el mismo trimestre el año pasado, los indicadores fueron de 17,2%, 58,6% y 48,5%, respectivamente.

En el total nacional, el número de desocupados de hombres jóvenes fue de 13,7% y para las mujeres de 23%. 

En el mismo tiempo, la cifra de población joven que está económicamente inactiva, fue de 42,1%. En el trimestre diciembre 2016 a febrero 2017, está cayó a 41,4%.

Por salarios, los adolescentes de la región de Antioquia, el Eje Cafetero, Huila y Tolima (centro-occidente del país), en promedio, en su primer empleo, ganan $1 millón 600 mil, de acuerdo al estudio Saber para Decidir, que también publicó recientemente el DANE.

Otra es la historia si es tecnólogo, pues en la misma zona el promedio tiene un sueldo de referencia en $1 millón 80 mil y si es técnico de $1 millón. Mientras que las cifras nacionales indicaron que para los recién graduados de la universidad está en $1 millón 700 mil; para tecnólogos, $1 millón 100 mil; y técnicos, $1 millón.

Bogotá sigue siendo la ciudad mejor paga y rentable para los recién graduados, pues ganan en promedio $2 millones. A los tecnólogos les va mejor en la región sur-oriente (que comprende Amazonas, Arauca, Caquetá, Casanare, Guainía, Guaviare, Meta, Putumayo, Vaupés y Vichada) con un ingreso de $1 millón 200 mil.

Panorama en Bogotá 

Las cifras del desempleo juvenil en la ciudad son preocupantes. El nivel de desocupación de los adolescentes está sobre el 18%, según la Secretaria Distrital de Planeación.

El mayor porcentaje de desempleo se ubica en personas entre los 19 y 23 años. Las localidades con los índices más altos son: Suba, Kennedy, Bosa, Ciudad Bolívar y Engativá.

Frente a esta situación, el Alcalde Enrique Peñalosa formulará una nueva política pública para el desarrollo del proyecto Distrito Joven, con el propósito de fortalecer las capacidades de esta población en el ejercicio de su autonomía plena.

Lo más preocupante, es que los adolescentes con estudios universitarios son los que más se demoran en encontrar trabajo, con 31 semanas frente a las 20 que tarda una persona desempleada a nivel nacional; seguidos, por quienes tienen un diploma técnico, 27 semanas; o solo cuentan con el bachillerato, 22.

¿Alternativas para responder a la problemática?

El informe plantea que, a la falta de experiencia laboral, se debería certificar y valer las prácticas profesiones, según la formación universitaria o técnica; mientras que  en el caso de la formación para el trabajo, también sería una opción la validación de la experiencia a partir de los contratos de aprendizaje.

Ahora, en cuanto a la población de adolescentes que no cuenta con una educación mínima requerida, es clave la interacción entre el Estado y empresa, un trabajo en equipo que debe propiciar escenarios de financiación o cofinanciación para crear puestos de trabajo, con los niveles que la juventud colombiana marginada requiere.

Opinan los candidatos presidenciales

Iván Duque

Quiere impulsar un proyecto de ley que facilite la contratación de los jóvenes como practicantes, se les pague a través de una figura de bono para que tengan su primer empleo y que las empresas puedan descontar el 100% de los pagos del practicante, siempre y cuando esta nómina no supere el 25%. 

Gustavo Petro

Plantea fortalecer las políticas de primer empleo, incluyendo las pasantías como formas de acceso al trabajo durante el proceso de formación y la implementación de un servicio social voluntario que se vincule a las diferentes ramas del saber y del trabajo, con énfasis en la participación en todas las políticas y programas destinadas a la superación de las desigualdades sociales y a la protección de la vida y la naturaleza.

German Vargas

Plantea reimpulsar la Ley de Primer Empleo, con la que pretende, entre otros, acabar con la práctica de algunas empresas que no emplean a esta población porque no tienen experiencia. Igualmente, asegura que promoverá programas de formación y capacitación que permitan vincular a los jóvenes laboralmente y también abrir oportunidades a los adolescentes en situación de discapacidad, acompañándolos hasta que ingresen de forma real al mercado laboral.

Sergio Fajardo

Contempla implementar y promover los procesos de formación y entrenamiento que apoyen la inserción al mercado laboral de los adolescentes. Además, fortalecerá el Servicio Público de Empleo (SPE), mejorando la articulación entre los diferentes prestadores (cajas de compensación familiar, SENA y bolsas de empleo). Para esto, dice que trabajará con el propósito de que el Gobierno Nacional, los Gobiernos locales y las empresas cumplan con publicar todas las vacantes en el SPE.

Humberto De La Calle

Desea cambiar el énfasis de las políticas que van dirigidas a distintos grupos poblacionales, para saltar del asistencialismo al empoderamiento, de modo que los jóvenes puedan ser incluidos productivamente en la sociedad. Plantea un nuevo mecanismo de generación de ingreso incluyente, cofinanciado por el Estado y con capital privado, para que las mujeres adolescentes dedicadas a labores domésticas, y que no se encuentren vinculadas al mercado laboral, también puedan usar su tiempo de manera productiva y obtener beneficios económicos.

 

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