Greenpeace publica documentos sobre negociación TTIP

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Greenpeace publicó, este 2 de mayo, 240 páginas de documentos confidenciales sobre la negociación del tratado de libre comercio entre la UE y EE. UU. (TTIP), que muestra grandes desacuerdos entre ambos bloques. El texto revela asimismo las fuertes presiones estadounidenses para que la UE modifique leyes que considera restrictivas y que se refieren a la protección de los consumidores y el medio ambiente, entre otros.

Mundo | Tomado de la Deutsch Welle | Comercio |
organización de defensa del medioambiente Greenpeace publicó hoy 240 páginas de documentos secretos del comité negociador del tratado de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (TTIP, por sus siglas en inglés) para lograr transparencia en un acuerdo que afecta a millones de personas.

«Lo hacemos para ofrecer transparencia en unas negociaciones sin transparencia», afirmó Stefan Krug, director de la representación política de Greenpeace Alemania, en la conferencia de internet re:publica en Berlín.

«Necesitamos un debate público»

«Es increíble que unas negociaciones que afectaran a millones de personas se mantengan en secreto», aseguró sobre unos documentos de los que se desprende que el gobierno estadounidense está presionando a Europa por el TTIP más de lo que se creía. «Necesitamos un debate público y por eso hemos publicado los documentos», declaró. Jürgen Knirsch, de Greenpeace: «Es increíble que estas negociaciones se mantengan en secreto».

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Jürgen Knirsch, experto en comercio de Greenpeace, criticó también la forma en la que se han llevado las negociaciones. «Necesitamos transparencia en las negociaciones. No puede ser que se ofrezca simplemente al final el documento al Bundestag (Cámara baja) para un sí o un no. Los ciudadanos deben poder ofrecer su posición al respecto», criticó.

En su opinión, la forma en la que se han llevado las negociaciones no deja otra salida que empezar de nuevo. «No se puede salvar ya este acuerdo», aseguró. «Lo mejor que puede hacer esta comisión es decir: ‘Lo siento. Cometimos un error. No los hemos informado desde el principio, ni involucrado de manera suficiente a los órganos democráticos'», dijo. «El lugar correcto es la basura», agregó. «Ahora debemos empezar desde el principio sin presiones de Estados Unidos».

«Bloque para acabar con protección al consumidor»

Durante la conferencia en Berlín, Knirsch resaltó también que aunque en los documentos no se encuentre explícitamente el polémico «pollo clorado», sí se hallan «propuestas de los estadounidenses sobre cómo debe regularse en un futuro». En la UE existe un veto a la importación de carne de pollo estadounidense debido a las sustancias químicas empleadas para su desinfección.

«En las negociaciones se ha creado un bloque de poder cuyo objetivo es acabar con la protección de medio ambiente y del consumidor en Europa», alertó Knirsch. En su opinión, uno de los puntos más preocupantes es que corre peligro el principio preventivo vigente hasta ahora en Europa, por el que sólo se permiten productos que se pueda demostrar que no son dañinos para las personas ni el medio ambiente. Este principio podría ser reemplazado por el de riesgo, vigente en Estados Unidos.

Cultivo de alimentos transgénicos

De esta forma, podrían cultivarse y ser consumidos en Europa plantas y alimentos modificados genéticamente muy controvertidos y no autorizados en muchos países, mientras no se demuestre que son perjudiciales.

«Reclaman que siempre deba probarse que algo es negativo», explicó. «En Europa lo hacemos de manera diferente. Evitamos productos que creemos que son nocivos», agregó. «Todavía no se sabe realmente qué puede pasar con los alimentos genéticamente modificados, por eso necesitamos el principio preventivo».

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Protestas de Greenpeace contra el TTIP.

Al mismo tiempo que la rueda de prensa en la capital alemana, Greenpeace Holanda colgó los documentos al completo en Internet para ofrecer luz en unas negociaciones cuya opacidad lleva meses desatando críticas en Europa.

Los documentos no son los originales. «No podemos publicar originales porque se podría desprender de ellos quién los ha escrito, hay comentarios, etc…debemos proteger la fuente de información. Por eso hemos reescrito los originales, que es lo que publicamos, para poder ofrecer la máxima protección a la fuente», explicó Krug.

Greenpeace no duda de su autenticidad. «Hemos investigado estos textos y se los ofrecimos a los medios para que pudieran analizar si son o no son originales y podemos confirmar tras este análisis que lo son», agregó.

Con la difusión de los documentos del TTIP, los ciudadanos tendrán por primera vez la posibilidad de conocer sin filtros las negociaciones entre Estados Unidos y Europa que comenzaron a mediados de 2013. Greenpeace ha habilitado un punto de información delante de la Puerta de Brandenburgo para facilitar el acceso a los papeles.

Desde el inicio de las conversaciones la opinión pública no cuenta más que con presunciones sobre qué están hablando las dos partes. Mientras que la UE difunde sus propuestas, Estados Unidos mantiene sus posiciones en secreto.

Europa

Opinión: TTIP, no a cualquier precio

Poca transparencia, tribunales arbitrales privados, alimentos transgénicos para Europa… La UE no debe renunciar a sus estándares en aras de un acuerdo de libre comercio con EE.UU., opina Jens Thurau.

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En el fondo no es mala idea: Estados Unidos (320 millones de habitantes) se pone de acuerdo con la Unión Europea (510 millones de habitantes) en torno a estándares comunes para el comercio. La canciller alemana lo subraya siempre, y con razón: en un mundo multipolar, en el que Asia –sobre todo China- y Sudamérica ganan cada vez más importancia, no vendría mal que el llamado “Viejo Mundo” se pusiera de acuerdo. Desde un comienzo, la idea explícitamente formulada era que la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés) tuviera influencia incluso más allá de la UE y Estados Unidos, en el sentido de propagar en lo posible valores como el liberalismo y la democracia hacia todo el mundo, que apenas consigue acordar reglas en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

¿Reglas mejores para todos?

¿Pero, es eso lo que conlleva el TTIP? ¿Aporta reglas más claras y mejores para todos? No da esa impresión. Europa tiene altos estándares, por ejemplo en cuanto a productos químicos. Los alimentos están libres de transgénicos, y también el forraje. Estados Unidos, sin embargo, quiere exportar con mayor facilidad sus productos, que sobre todo en el área agropecuaria presentan manipulación genética. El mercado interno les ha quedado chico a los agricultores estadounidenses. A cambio, Estados Unidos ofrece seguir abriendo su mercado automotor a las marcas de automóviles europeas y principalmente alemanas.

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Jens Thurau

Ya se había escuchado decir que ese sería más o menos el trato, mucho antes de las revelaciones de Greenpeace. Pero rara vez lo habían dicho los negociadores y no había documentos. ¿Por qué? ¿A qué viene el secretismo? Un tratado de semejante amplitud debe ser transparente desde su génesis, o alimentará sospechas de que se trata ante todo de establecer reglas favorables para los grandes consorcios multinacionales. Ese daño ya está hecho. Y la sospecha aumenta con los documentos de Greenpeace que indican que Estados Unidos insiste, implacablemente, en que haya tribunales privados ante los cuales las empresas puedan demandar a Estados renuentes. Eso es algo difícil de conciliar con la concepción europea del derecho.

¿Atenerse a principios europeos?

De poco sirve entonces que el gobierno alemán, comenzando por el ministro de Agricultura, Christian Schmidt, asegure que se preservarán los principios europeos y se impedirá la entrada de alimentos genéticamente manipulados o tratados con hormonas. Porque es muy evidente que a la contraparte estadounidense eso es justamente lo que le interesa.

Una porción nada despreciable del desencanto político en Alemania, y también en otros lugares de Europa, tiene que ver con la sensación de que la esfera política ya no está en condiciones de plantear reglas que hagan frente a los crecientes deseos de los grandes consorcios, y satisface dichos deseos en forma irrestricta, soslayando a los Parlamentos y a la opinión pública. Es cierto que el TTIP dista de haber sido sellado y que las negociaciones se encuentran apenas a medio camino. Pero tiene que haber transparencia de una vez por todas. Y Europa no debe renunciar a sus estándares. Si eso hace fracasar finalmente el TTIP, pues que así sea.

Economía

Bernd Lange: “El TTIP no prosperará”

Tras la filtración de documentos sobre la negociación del tratado de libre comercio entre la UE y EE. UU., la firma de ese pacto luce cada vez más improbable. DW habló al respecto con el eurodiputado alemán Bernd Lange.

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Bernd Lange es representante del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) en el Parlamento Europeo y tiene entre sus tareas la responsabilidad de informar sobre la negociación de un tratado de libre comercio entre el bloque comunitario y Estados Unidos. Lange es uno de los pocos funcionarios con acceso a todos los documentos alusivos a la llamada Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (conocida como TTIP, por sus siglas en inglés). DW habló con el eurodiputado este lunes (2.5.2016), poco después de que medios germanos publicaran archivos confidenciales sobre el controvertido convenio, filtrados por la organización ecologista Greenpeace.

Deutsche Welle: ¿A usted le sorprendió lo que el diario “Süddeutsche Zeitung” publicó sobre los “papeles secretos” del TTIP?

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Bernd Lange es representante del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) en el Parlamento Europeo.

Bernd Lange: La publicación me sorprendió, pero no el contenido. Después de todo, yo sé lo que dicen esos papeles y ya los había releído la semana pasada.

Se dice que Washington está presionando a Bruselas más de lo que se creía, amenazando con bloquear facilidades para las exportaciones de la industria automotriz europea si el bloque comunitario no flexibiliza sus criterios para permitir la entrada de productos agrarios estadounidenses en la UE. ¿Es eso habitual en el marco de este tipo de negociaciones?

Estados Unidos no se ha movido de su posición. Los documentos relacionados con la negociación están llenos de paréntesis que indican la falta de acuerdo en muchos puntos. En las conversaciones ha habido gestos de reciprocidad; las discusiones sobre materia aduanera y acceso al mercado de los sectores agrarios son un ejemplo de ello. Pero, en general, los estadounidenses se muestran intransigentes. Por otro lado, también Europa tiene posiciones claras que no está dispuesta a sacrificar.

En torno al TTIP se viene negociando desde hace ya tres años. ¿No ha habido avance alguno?

Así es. De ahí que quepa preguntarse si vale la pena continuar con este proyecto. Si los estadounidenses no están dispuestos a hacer concesiones, debemos tener el valor para decir que el TTIP no prosperará.

El Parlamento Europeo ya dijo en julio de 2015 que no aceptaría la exportación de plantas y alimentos modificados genéticamente hacia el bloque comunitario. Ni carne de animales clonados tampoco.

…otro asunto polémico es el llamado Arbitraje de Diferencias Inversionista-Estado (ADIS). Los documentos filtrados este 2 de mayo revelan que Estados Unidos se niega al deseo europeo de reemplazar los tribunales privados de arbitraje para demandas de empresas por cortes de carácter público…

Allí no hay posibilidad de compromiso. Sólo hay dos opciones: o se prescinde de un instrumento adicional para la protección de inversiones –innecesario entre la Unión Europea y Estados Unidos– o se acepta la injerencia del sistema de tribunales públicos. El viejo sistema de tribunales privados no tiene cabida en un tratado de comercio moderno.

¿Cree usted que la publicación de estos documentos confidenciales intensificará la presión sobre Estados Unidos o más bien llevará a su Gobierno a suspender las negociaciones?

Es posible que Estados Unidos intente instrumentalizar esta situación para truncar las negociaciones. Nuestro problema siempre fue que, mientras la UE hacía pública sus posiciones, Estados Unidos se negaba a hacer lo mismo con las suyas. En términos de contenido tampoco parece haber posibilidad de consenso. Insisto, si esas son las circunstancias dadas, debemos tener el valor para suspender el TTIP.

http://www.dw.com/es/bernd-lange-el-ttip-no-prosperar%C3%A1/a-192298

 

 

 

 

 

 

 

 

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