Trump sigue en el pleito electoral e ignora peor etapa de la pandemia
Son los días más mortíferos de la pandemia con saldos diarios que superan los del 11-s.
El presidente expresó su deseo de que la Suprema Corte “revierta” los resultados electorales, argumentando que el máximo tribunal “tiene la oportunidad de salvar a nuestro País del mayor abuso electoral en la historia de Estados Unidos”.
Se refiere al esfuerzo encabezado por el procurador general del estado de Texas que ha solicitado que la Suprema Corte de Estados Unidos descalifique los resultados de la eleccion en cuatro estados claves, que perdió Trump, y postergar el voto del Colegio Electoral programado para el próximo lunes 14 de diciembre hasta que esos comicios sean “investigados” por irregularidades.
La solicitud ya no intenta acusar que hubo fraude -ya que en decenas de casos ese argumento ha sido rechazado por tribunales estatales y federales- sino solo que cambios en sistemas electorales estatales permitieron la posibilidad de un fraude que no necesariamente se puede detectar.
A pesar de que expertos legales pronostican que esto no prosperará ante el máximo tribunal del país, los procuradores generales de 17 estados -todos bajo gobiernos republicanos- se han sumado en apoyo de la petición de Texas. A la vez, 106 legisladores federales republicanos también han endosado el caso.
Observadores están asombrados porque los supuestos conservadores están promoviendo una acción de intervención federal en sus estados, y en los hechos están endosando la anulación del sufragio -en este caso de unos 20 millones de votos en los cuatro estados. “El encabezado de la nota deber ser ’17 estados intentan dinamitar la democracia estadunidense’. Estos 17 pertenecen a la Sala de la Vergüenza”, comentó el experto electoral Larry Sabato, director del Centro para Política de la Universidad de Virginia.
Esta es la maniobra más extrema hasta la fecha de Trump y sus cómplices para mantenerse en el poder a través de subvertir una elección que perdió por más de 7 millones de votos y 74 votos electorales, un resultado que ya ha sido certificado oficialmente por cada uno de los 50 estados y la capital. La maniobra busca frenar la sesión del Colegio Electoral donde emite su voto y declara formalmente al ganador.
Pero si la Suprema Corte rehúsa intervenir y legisladores estatales no logran o no se atreven a descartar el voto popular, se supone que el próximo lunes el Colegio Electoral declarará que el demócrata Joe Biden es el ganador oficial de la elección. Sin embargo, todo indica que Trump y sus aliados no se rendirán ahí.
Es muy posible que el equipo de Trump avanzará hacia una última batalla en la cual buscarán que los legisladores federales republicanos descarrilen la próxima etapa del proceso electoral programada para el 6 de enero, cuando ambas cámaras del Congreso se reúnen para en efecto certificar el voto del Colegio Electoral.
Esta fase casi siempre procede sin incidentes y casi nadie se fija en ese ejercicio formal, Pero según las reglas constitucionales, si un solo diputado y un solo senador escriben que desean rechazar los resultados del Colegio Electoral, cada cámara se retira para debatirlo. En el caso de que una mayoría en una de las cámaras rechace ese resultado, el próximo paso es que la cámara baja elige al presidente y el Senado al vicepresidente.
Todo esto sería parte de una estrategia no para ganar en este proceso, ya que eso seguramente no sucederá, sino para poder proclamar que Biden será “un presidente ilegítimo”, algo que Trump empezó a proclamar este jueves.
Diversos políticos, incluso algunos republicanos, y toda una amplia gama de comentaristas han señalado que esta es “una jugada loca” que no prosperará pero que está dañando la credibilidad y confianza pública de la democracia estadunidense.
Tal vez lo más cómico -o trágico- es que el gobierno de Trump aún cree tener la autoridad moral para enjuiciar los procesos electorales de otros países, como lo hizo en el caso de Venezuela el lunes pasado al declarar que la elección del domingo “fracasó en cumplir con cualquier norma mínima de credibilidad” y hoy hizo un llamado por elecciones transparentes y justas en Uganda. Al parecer, no hay espejos en el Departamento de Estado.
Todo esto en los peores días de la pandemia; el miércoles se registró el dia más mortífero no solo desde que empezó el Covid-19, sino en la historia del país. Se registraron 3 mil 54 muertes por Covid en un solo día el miércoles comparado con 3 mil en el gran terremoto e incendio de San Francisco en 1906 y 2 mil 977 en los atentados del 11 de septiembre de 2001. Este jueves, se marcó nuevo récord al llegar a 3 mil 350.
El director de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), Robert Redfield, pronosticó que durante los próximos dos a tres meses, el saldo diario de muertes por Covid sería más o menos el mismo -o sea, como señaló el Washington Post, un 11-s diario por tres meses.
Trump no hizo mención del saldo de los nuevos niveles récord ni del pronóstico devastador.
Biden
Por su parte, el presidente electo Biden continuó enfocando su mensaje en sus preparativos para batallar la pandemia declarando una vez más que “no tuvo que ser así de mal” al referirse al manejo de la pandemia por Trump. También anunció a más integrantes que nominará para integrar su gobierno,
Tom Vilsack, ex gobernador de Iowa, regresará al mismo puesto que ocupó durante la presidencia de Barack Obama como secretario de Agricultura. Denis McDonough, quien fue el jefe de gabinete de Obama, regresará al ejecutivo como secretario de Asuntos de Veteranos. Susan Rice, influyente asesora de Seguridad Nacional de Obama y embajadora ante Naciones Unidas, fue designada como la próxima Asesora de Política Doméstica. Katherine Tai, abogada de asuntos de comercio para un comité de la cámara baja, está nominada como Representante de Comercio de Estados Unidos -y se es ratificada será la primera asiática estadunidense en ocupar el puesto.
La Casa Blanca será sujeta a un tratamiento de limpieza profunda anti-Covid al salir Trump y antes de que Biden y su equipo se muden ahí. Más de 40 personas del círculo de Trump han sido contagiadas y por lo tanto una agencia del gobierno desplegará un equipo para “limpiar y desinfectar” ambas alas de la mansión, reportó Politico.
Migrantes
Mientras Trump continúa buscando prolongar su estancia como presidente, víctimas de sus políticas migratorias buscan justicia. En Atlanta, 10 de las mujeres que siguen detenidas y fueron detenidas en el Centro de Detención del Condado de Irwin empleado por el servicio de inmigración federal ICE, interpusieron hoy una queja médica formal ante la Junta Médica de Georgia solicitando la anulación de la licencia del Mahendra Amin, el ginecólogo que abusó de ellas y más de otras 30, algunas de las cuales fueron sometidas a cirugías sin consentimiento, reportó el Southern Poverty Law Center que, junto con otras organizaciones, están apoyando la iniciativa.