Caucho, botellas de plástico y metal fueron, entre otros, los insumos utilizados para hacer esta eficiente y ecológica bici, que disminuye la huella de carbono.

 El actual y permanente problema del botadero Doña Juana en Bogotá, es tal vez el lugar donde llega la mayor cantidad de material que puede ser reciclado en el país, sin embargo su problemática se reduce a años de acciones de irresponsabilidad, desidia, falta de profesionalismo y en síntesis de decisiones, egoístas, personalistas y corruptas. 

Afortunadamente hay personas cuyos niveles de pensamiento, estan para ayudarle a otros e incluso a la misma naturaleza y cuando un individuo deja de pensar en si mismo, inmediatamente se vuelve creador y propositivo. 

Y esto fue lo que le paso al mexicano Alberto Vásquez, un ingeniero Mecánico y administrador del TEC de Monterrey, cuando decidió ayudar a disminuir aun más la huella de carbono del medio ambiente del planeta y creó la Urban GC1, una  bicicleta urbana hecha de papel kraft, resistente a la lluvia porque dispone de una cobertura de pintura de poliestireno reciclado, que también proviene de la basura. 

La bici GC1, esta hecha de papel kraft, caucho, botellas de plástico y metal reutilizable, todo reciclable. La idea de Alberto fue hacer un medio de transporte eficiente y ecológico, con el cual se pueda disminuir aun más la huella de carbono y evitar los desperdicios. 

Su máquina, todo “un caballito de papel” tiene las siguientes especificaciones:

• Soporta hasta 170 kilogramos de peso
• Aguanta 120 mil kilómetros de uso
• Las llantas no utilizan aire porque son de plástico reciclado
• Es resistente al agua y su pintura también es de materiales reciclados