Con 11 años sin celebrar un título de primera categoría en fútbol los “diablos rojos” de Cali tienen su estrella número 14.

| El partido de ida fue difícil. En Barranquilla, los dos equipos se plantaron duramente y, después de un enfrentamiento sin goles, ambas aficiones tuvieron que esperar a que todo se definiera en la vuelta, en el Estadio Pascual Guerrero de Cali. 

Hoy, el América supo golpear primero: después de un centro providencial de Duván Vergara, un cabezazo del Santandereano Michael Rangel hizo que el balón rebotara en la espalda del arquero Sebastián Viera y se fuera al fondo de la red, concediéndole la ventaja a los locales. La afición vallecaucana comenzaba a respirar el aire de victoria que se le había escapado en el Metropolitano. 

Minutos después, vendría el segundo tanto, surgido de un desborde de Edwin Velasco, quien supo cruzar la pelota para que Carlos Sierra culminara la jugada con un remate fulminante que tomó por sorpresa al arquero rival. 

Junior no se rindió y siguió intentando por medio de sus delanteros Teófilo Gutiérrez y Edwuin Cetré, pero los dirigidos por Alexandre Guimaraes se plantaron en la cancha de manera inteligente, anulando los intentos de quebrar el marcador que tuvo su rival. Gracias al trabajo silencioso de jugadores como Rafael Carrascal o Matías Pisano, el cuadro escarlata logró opacar el brillo del ataque de los “tiburones”. 

Así mismo, Michael Rangel se convirtió en una de las figuras indiscutibles del América de Cali. El delantero logró igualar al argentino Germán Ezequiel Cano, jugador del Deportivo Independiente Medellín, y se convirtió en el máximo goleador del torneo con 13 tantos. 

Llegó de ser campeón con el Junior en el primer semestre y tuvo la misión de suplir la baja de Fernando Aristeguieta, cumpliendo con creces su labor. 

Esta final, además, fue la oportunidad ideal para que se pusiera en uso el sistema de arbitraje VAR (video assistant referee), lo que permitiría que las jugadas fueran revisadas con mayor detenimiento. Hoy, por medio del árbitro Wilmar Roldán, se le dio uso a esta tecnología, anulando un gol que hubiese podido ayudar a que Junior retomara el control sobre el partido. 

De esta manera finaliza otro semestre de la Liga Águila, y mientras que en Barranquilla las luces se apagan temprano, las calles de Cali vuelven a vestirse de rojo; hoy el América vuelve a ser campeón, hoy el trofeo se quedó en casa.