Los desafios de las elecciones comunales

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Estas elecciones demostrarán si hay una nueva mentalidad social en los comunales o si se insiste en depender de las migajas politiqueras.

Editorial | 
 Este domingo 31 de julio, se llevarán a cabo después de cinco años las elecciones de las directivas de las asociaciones de juntas comunales que conforman el movimiento comunal a nivel nacional.

En Chía esa última elección (junio de 2017), se convirtió en un hito histórico del movimiento comunal municipal, porque después de más de dos décadas los comunales se impusieron sobre los alcaldes de turno quienes por cinco cuatrienios se habían tomado en cuerpo ajeno la presidencia de Asojuntas.

Esta revolución al interior de las Juntas de Acción Comunal (JAC), estuvo liderada en ese entonces por el hoy presidente de Asojuntas Carlos Santana. Él con su consigna de la fuerza comunal y su propuesta de independencia de los politiqueros de marras del municipio, dio un gran y costoso paso al hacer de las juntas una comunidad libre y autodeterminada. Lo que además les permitió a los comunales, recuperar y apropiarse de la joya de la corona comunitaria, la emisora Luna Estéreo.

El costo de esta victoria comunal, fue el tener que soportar en Asojuntas por el resto de ese gobierno, la persecución implacable y soterrada del alcalde Leonardo Donoso, que como era costumbre, llegaba por la emisora para darle voz y eco a su gobierno y no lo logró.

Así que los minúsculos apoyos económicos a la emisora estuvieron acompañados de demandas judiciales y abusos de poder. De ahí que los comunales deban estar atentos a no perder lo conquistado, no equivocarse y elegir a los más idóneos para continuar por la senda del verdadero empoderamiento comunal.

Siempre se ha dicho que la acción comunal, como movimiento social de base, es la célula primaria de la política, lo que ha sido interpretado por muchos como el escenario ideal para hacer politiquería propia o para terceros. Cuando la razón de ser de este concepto tiene su origen es en la gestación, formación y empoderamiento de líderes capaces de movilizar comunidad, sin demagogia ni intereses personales, en busca de soluciones a problemáticas o en procura de un bienestar para todos.

Podría decirse que esa es la esencia de las directivas comunales, el liderazgo y el líder social no es otro que el que tiene la capacidad de observar la realidad que lo rodea de manera profunda y objetiva, para diagnosticar los problemas que aquejan al bien común y proponer soluciones viables y prácticas a corto y largo plazo. Ese líder, según todos los cánones de liderazgo, debe caracterizarse, por la seguridad en sí mismo, la empatía, la responsabilidad, el optimismo, la honestidad, la determinación y la inspiración.

Eso es lo que hay que hallar en las planchas que se presentan y en las propuestas planteadas, para poder elegir lo mejores de todos.

Es innegable que en medio del fervor sano y optimistas de unos comunales y el interés de otros por llegar a los cargos directivos por sus propios méritos, también existe una atmósfera enrarecida por otros ambiciosos y sin escrúpulos, que vienen cebando el movimiento comunal con dinero disfrazado de ayudas y de aportes, que le hace perder a muchos comunales el norte de sus deberes y compromisos con el movimiento comunal.

Y es así como los comunales más débiles, los más ingenuos, los más necesitados o los más oportunistas, terminan por tenderle el nido a los politiqueros que bajo el estandarte del dios dinero llegan a apoderarse del movimiento comunal, comprando votos para sus fines personales.

Contando con estas cualidades que deben tener los líderes comunales. Y ante el reconocimiento también del peligro a que está abocado el movimiento comunal por quienes tratan de infiltrarlo mediante el engaño y la manipulación, es necesario tener confianza en los más de 200 comunales que votarán este domingo con conciencia y honradez fieles a su movimiento, lo que significa un futuro promisorio también para el municipio.

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