Comunidad muisca de Cota ya tiene su propio colegio La institución educativa Ubamux fue diseñada siguiendo la cosmovisión indígena.

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Cota | Por Lizeth Salamanca Galvis| Tomado de El Tiempo|La región desde los medios|
Mientras hacía una calle de honor, justo en la entrada de su nuevo colegio, Juan Felipe Urián, de 10 años, entrelazaba sus manos frente a su boca y como si se tratarán de un instrumento de aire, entonaba la melodía de la canción ‘Yaoyina’, una composición de su comunidad indígena guamú, que habla del sol, de la luna y de las estrellas.

Vestía un traje blanco, ataviado con tejidos dorados y calzaba unas ‘cotizas’ cafés. Estaba expectante igual que otros 30 compañeros suyos, ante la entrega por parte del Ministerio de Educación y de la Fundación Argos de una nueva sede de la Institución Educativa Departamental Enrique Pardo Prada, en Cota, al norte de Bogotá, que fue inaugurado este martes.

El lugar, enclavado en lo alto de una de las montañas de la vereda El Abra, sector Alto de la Cruz, es conocido desde ahora como el colegio indígena Ubamux, que en lengua muisca significa ‘casa de la semilla’.

Y es verdad. Cada uno de los seis salones que lo conforman tiene la forma de los tradicionales ‘bohíos’, chozas en las que sus antepasados muiscas vivían. Gran parte de su estructura es de guadua y cuentan con amplios ventanales, que no solo permiten la iluminación natural sino que además ofrece, desde esa cima, una vista privilegiada de todo el municipio.

“Me encantan porque se parecen a las casas de nuestros ancestros”, suelta Juan Felipe. “Creo que vamos a aprender mejor, porque estamos en contacto con la naturaleza, con la tierra y con el aire, y porque estamos rescatando nuestras raíces”, agrega el niño, quien asegura que en su anterior colegio “las clases no eran tan chéveres porque éramos muchos niños. Estábamos muy ‘apretaditos’”.

Ese problema de hacinamiento fue uno de los temas que la Fundación Argos, en convenio con el Ministerio de Educación Nacional y el apoyo de la Fundación Telefónica intentó atacar a través de la construcción de esta nueva sede. La inversión ascendió a 2.150 millones de pesos con el objetivo de asegurar la permanencia de los estudiantes, mejorar la calidad educativa y ampliar la cobertura. De esta forma, se beneficiarán 180 niños entre los 5 y los 11 años, todos habitantes del municipio.

La idea, tal como lo recuerda Sandra Patricia Cano, gobernadora de la Comunidad Indígena Muisca de Cota, nació precisamente de su gente. “Desde el 2008 veníamos buscando la manera de sacar adelante el proyecto, tocando puertas aquí y allá, y preguntándonos ¿por qué no tener un colegio que desde sus cimientos tenga nuestra esencia indígena? Hoy ese sueño es una realidad. Su construcción es un reconocimiento a nuestra presencia milenaria en este espacio”, relata Cano.

De hecho, el terreno que ocupa la estructura fue donado por el propio cabildo indígena y las instalaciones se diseñaron de acuerdo a la cosmovisión del pueblo que participó activamente en el proceso. “Los salones son redondos porque el conocimiento es circular y ascendente y en sus techos, que tienen cuatro puntas, quisimos representar los elementos de la naturaleza”, explica José Martín Casteña, miembro de la comunidad.

Además, desde hace algunos meses, vienen trabajando en la creación de un modelo pedagógico que incluye el rescate de la lengua nativa, la elaboración de tejidos tradicionales, el tallado de instrumentos musicales y una formación socio-ambiental centrada en sus valores ancestrales. Se trata de todo un pensum académico que ya tienen listo para presentarlo ante la Secretaría de Educación Departamental.

Paralelo al rescate cultural que se pretende lograr en el Colegio Ubamux también está la inclusión digital de la comunidad para lo cual, junto con la entrega de las instalaciones, la comunidad educativa fue dotada con 21 computadores, un tablero digital y conectividad wifi.

“El rol del empresario no puede ser tan solo generar negocio, sino impactar la vida de las comunidades donde opera, y en este sentido la educación es la mejor apuesta para alcanzar la igualdad, la inclusión social y la distribución de la riqueza”, afirma José Mario Velásquez, presidente de la Fundación Argos.

Con este colegio, la compañía en convenio con MinEducación suma 11 instituciones entregadas en todo el país de las 17 que están proyectadas y que ya benefician a 3.300 niños y jóvenes.

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