El obispo auxiliar de Cali, manifestó que esta iniciativa, no ha sido de la iglesia, ni de la fundación, sino del director de La Modelo en consulta con fiscalía y ministro de Justicia.

Monseñor Juan Carlos Cárdenas, Foto cortesía Conferencia Episcopal

 “El señor Zeuxis Pausias Hernández Solarte, conocido con el alias de Jesús Santrich, no está en una casa del episcopado, ni nada que se parezca a Conferencia  Episcopal de Colombia. El señor Santrich está en la casa de la Fundación Caminos de Libertad que es de una asociación sacerdotal de San Maximiliano María Kolbe, que tiene como carisma el trabajo con la población penitenciaria y son los que tienen a su cargo la dirección nacional de la pastoral penitenciaria, que están directamente vinculados con el Inpec”, manifestó en un audio que envió a los medios de comunicación.

“Esa casa no es una casa religiosa. Es una casa dedicada justamente para la atención de los internos que, o bien salen de la cárcel y en su tránsito de regresar a sus casas, se hospedan allí  o es un hogar de paso o, para que los familiares de internos que llegan de distintos lugares a Bogotá a visitar a sus familiares –porque queda cerca a la cárcel Modelo– se hospedan temporalmente o para internos, que por situaciones de salud, deben tener un cuidado especial, como lo que ha sucedido el señor Santrich.

El asunto no es  porque sea el señor Santrich, cualquier interno en una situación humanitaria podría estar allí. La iniciativa no ha sido de la iglesia, ni siquiera de la fundación. Es una iniciativa del director de la cárcel La Modelo, previa consulta a la Fiscalía general de la nación y al ministro de Justicia”, agregó.

“Lo único que ha hecho la casa es prestar el espacio para que el Inpec, por razones de humanitarias, lo traslade por su situación de salud. Ellos asumen los costos, la seguridad, la logística, el tema de acompañamiento de salud en la situación de este señor.

Finalmente, la Iglesia para nada está patrocinando ni buscando que se proteja a una persona que tiene una investigación judicial. De hecho, cualquier sentencia o cualquier decisión judicial, será respetada, ni tampoco se va a interferir para que eso se dé. Lo que está sucediendo allí es un acontecimiento de  eminente carácter humanitario que se haría con cualquiera otra persona”, concluyó el prelado.