Por reiterados incumplimientos en el pago de sus obligaciones mercantiles y en las normas que regulan el servicio de acueducto, la Empresa de Servicios Públicos de Flandes (Espuflan) fue intervenida por la Superintendencia de Servicios Públicos el pasado miércoles. Al desbalance financiero que presenta la empresa de acueducto (tiene cuentas pendientes con la empresa de energía que se remontan a diciembre del año pasado y que alcanzan los 6.000 millones de pesos, sin mencionar los altos costos en las tarifas que no se ajustan a la regulación vigente) se suma la deuda por demandas laborales que registra desde el 2014 y que alcanzan los 3.800 millones de pesos.

Pero no son solo los fuertes problema económicos los que tienen en jaque a Espuflan; la empresa de acueducto presenta riesgo medio en la calidad de agua, lo que significa que el líquido que reparte no es apto para el consumo humano.