Una crónica inédita desde la infección por Covid-19, hasta el regreso a casa del Alcalde Luis Carlos Segura.

El Covid-19 del alcalde Segura

 El 22 de abril, a través de un comunicado enviado por el mismo alcalde de Chía, Luis Carlos Segura, la ciudadanía conoció que él había dado positivo para Covid-19. Luego, por su propia cuenta, la población se fue enterando que había quedado como alcalde encargada Liliana Villalobos, Secretaria de Educación, amiga de confianza y compañera de magisterio del alcalde por varios años.
El 28 de abril, por un mensaje publicado en las redes por la gestora social Erika Sofía Murcia, Chía se enteró del grave estado de salud del alcalde y posteriormente se supo que había sido trasladado a una UCI, donde permaneció hasta el pasado viernes 15 de mayo, día del maestro, cuando nuevamente el alcalde anunció desde sus propias redes haber salido de la UCI. Agradeció a Dios y la ciudadanía de Chía, e indicó que entraba a un proceso de recuperación. Aseguran que esta situación de salud fue una crisis anunciada. INCREDULIDAD

La importancia del aprendizaje

La ligereza y falta de compromiso de la administración para atender la pandemia se ha visto reflejada en las estadísticas departamentales. Chía, de hecho, fluctúa entre el segundo y el tercer municipio con más casos en Cundinamarca, lo que refleja ante estas circunstancias, los escasos recursos invertidos en generar una estrategia agresiva para informar, orientar y atender a la ciudadanía.

A tal punto ha sido el descuido que son muchos los funcionarios de la administración que han dado positivo, aún trabajando desde sus casas, sin contestar el teléfono y sin hacer su labor. El Covid se llevó ya a dos de los mejores amigos y colaboradores del alcalde, quien tampoco se cuidó con el rigor necesario, y por esto el virus le llegó, lo arrastro y lo llevó hasta las propias puertas del cielo, la UCI, seguramente para que se diera cuenta que el asunto no es jugando. Aseguran que, si la ciudadanía se alegró con su esperada recuperación, más satisfechos quedarían si los recursos de proyectos como el cable aéreo y el centro de alto rendimiento, que no son prioridad en este momento, se invirtieran en temas de pandemia, pues el virus seguirá presente entre nosotros por un buen tiempo. ¿CAMBIOS DE PARADIGMAS?

La soledad del poder

Aseguran que más se demoró el alcalde en enfermarse, a que parte de sus colaboradores reaccionaran de manera insólita e inesperada. De la camaradería y la amistad, pasaron al oportunismo y la insolidaridad, a tal punto que el nombramiento de la alcaldesa encargada causó escozor entre algunos secretarios que se consideraban mas dignos que ella para tan ilustre encargo. El pulso interno por el poder en el que cayeron los integrantes del primer círculo del alcalde los hizo perder la noción de sus funciones y responsabilidades, a tal punto que el municipio cayó en un notorio desgobierno, ya que no había muchos a quien acudir. La inseguridad creció, igual que la desatención al ciudadano y la desinformación oficial, como siempre, fue absoluta. INEFICACIA BUROCRÁTICA

En manos de quien estamos

Da pena, tristeza y, sobre todo, indignación, ver que con más de 1000 empleados públicos en la administración municipal, cinco de los cuales son asesores del despacho, dos secretarias ejecutivas, seis directores de oficina y doce Secretarios de cartera, para un total de 25 personas integrantes del primer círculo de confianza del alcalde, o sea la elite, el top 10 en preparación y capacidades, a ninguno de ellos se le ocurrió, ni por sentido común emitir para la ciudadanía, que tiene derecho a saber sobre los temas que atañen a la administración del municipio, información directa, fiable y periódica sobre la situación de salud del alcalde, para evitar caer en especulaciones y falsas historias. Aseguran que, increíblemente la administración municipal no informó un solo día a la ciudadanía lo que le pasaba al alcalde, ni entregó un solo reporte de su situación de salud durante el tiempo que estuvo hospitalizado. Todo le tocó hacerlo al propio alcalde, en medio del agobio de su enfermedad. LA INCOMPETENCIA DEL PODER.

El síndrome de Lázaro

Para todo proceso de crisis debe haber un plan y ese plan debe tener también un plan B, que permita sortear lo imprevisto. En el caso de Chía el plan era que el alcalde se recuperara, como de hecho sucedió. Pero también era preciso que su equipo pensara en un plan B por si el alcalde no lo lograba; y así, de manera diáfana, concertada y en equipo, pensaran y actuaran en consecuencia buscando evitarle traumas al municipio. Pero no fue así. No solo se lanzó la noticia de su muerte, sino que se evidenció a través de una carta del partido Conservador y por comentarios en redes sociales, cómo surgieron diversos grupos que, en lugar de buscar el bien de la ciudad, salieron cada uno a buscar su beneficio personal, aspirando hacer parte de la terna para remplazarlo, mientras se efectuaban las elecciones atípicas. Aseguran que con lo que no contaron los desleales colaboradores que soñaban quedarse con su cargo, fue que el alcalde experimentara el síndrome de Lázaro luego del anuncio de su supuesto fallecimiento. SORPRESAS TE DA LA VIDA.

Vientos de cambio?…

El pasado jueves 8 de julio, Luis Carlos Segura retomó su cargo como alcalde de Chía, luego que el Covid-19 le hiciera vivir una de las experiencias más difíciles de su vida. Su regreso sucedió de la misma manera anónima con la que la administración municipal ha manejado todo: no solamente esta crisis de salud del alcalde, sino todos los temas importantes para la comunidad, como, la ya legendaria situación de las Ptar, aún sin solución. El negociado del alumbrado público, también sin solución, pero por el que ya se cobra a los usuarios un servicio que aún no reciben; igual sucede con la chucua de Fagua, la troncal de Los Andes, el cobro del peaje a los habitantes de Fusca, el PAE, la seguridad, las vías veredales sin pavimentar y la negación de esta administración de un urbanismo desaforado que supuestamente ella no autorizó, ni tiene posibilidad de frenar, por solo nombrar algunos casos. Frente a esto aseguran que más se demoró el alcalde en llegar de su incapacidad que en pedirle la renuncia a todos sus secretarios. ¿Será solo por aquello de la deslealtad?, o que en esta segunda crisis de gabinete la ciudad verá un esperado y determinado cambio de giro del alcalde hacia una real política en beneficio de los ciudadanos? AMANECERÁ Y VEREMOS.