La chucua que se volvió humedal y el humedal de los Andes que no existe
Chía pierde 323 millones de pesos en una consultoría, a la vez que se prenden las alarmas por el futuro del humedal de Los Andes.
El nuevo detrimento patrimonial para Chía
Así fue como este martes 29 de noviembre por arte de ignorancia administrativa, Chía perdió 323 millones de pesos. El nuevo detrimento patrimonial tiene su origen en el contrato ordenado por la entonces secretaria de Medioambiente, la abogada Laura Rocío Rivera Ríos, con el fin de que se hiciera una consultoría para la realización de la estrategia de recuperación de la chucua de Fagua.
Contrato que se hizo a través de una licitación express y a la medida, que demoró 41 horas (dos días) en abrirse y cerrarse, para el proponente que contara con la velocidad suficiente para llegar solitario a la recta final. Como de hecho lo hizo La Unión Temporal Chucua, conformada por la Corporación Paz y Amor y Daicy Montero Puerta.
El contrato celebrado en el mes de septiembre de 2021, debería estar terminado el 31 de diciembre del 2021, pero se vio sometido a varias prórrogas que lo extendieron hasta mayo de 2022. Fecha en la que no se sabe si se entregó o se extendió en el tiempo. Lo que si se conoce, es que en la actualidad la consultoría se hizo, se pagó y al parecer el informe permanece engavetado porque nada se ha hecho a favor de la recuperación de la Chucua de Fagua.
El hallazgo de este detrimento se conoció a través del grupo de ciudadanos de Chía que asistieron a la socialización del contrato 3195 de 2022, entre la CAR y Pincige, Ingenieria Civil Geodesia SAS y PI Planificación Integral Consultores SAS. Contratistas que terminarán haciendo exactamente el mismo objeto de la consultoría de la Chucua de Fagua. Un doble trabajo, con la agravante, según explicaron los consultores, que este estudio de los humedales será el único que reconocerá la CAR como oficial.
Lo que significa que para todos los efectos la consultoría que pagó Chía, por buena e importante que se califique, cuando se conozca, no pasará de ser una referencia literaria sin mayor trascendencia en lo jurídico o administrativo, por dar un ejemplo.
Las inquietantes movidas de la CAR
Para varios de los asistentes, el trasfondo de este contrato de socialización tiene más que ver con la tramoya que puede estar preparando la CAR para sustentar y mitigar los impactos que sufrirá el humedal de Los Andes. En principio porque hasta la fecha la CAR no lo ha reconocido como humedal, segundo, porque pese a toda la supuesta gestión del gobernador y el alcalde, Accenorte no ha aceptado el cambio de trazado y, por último, el grito de provocación que Accenorte está haciendo con la construcción del puente de cara al humedal. Para cerrar la ecuación solo queda el elocuente silencio del cambio desde la ANLA y el Ministerio del Medioambiente frente al tema.
Si esta situación se presenta como se dibuja, vendrán tiempos aciagos para Chía. Porque la ciudad y junto a ella la región, cuentan con un activismo ambiental muy fuerte y solidario que no darán su brazo a torcer, ante el sacrificio de un humedal a cambio del puente de una vía que para la mayoría no representa ningún beneficio excepto convertir el problema de movilidad local, en uno nacional. Cuando la verdadera y más simple solución es hacer un viaducto en línea recta a la altura del hipódromo con sus cuatro orejas y sin buscarle el beneficio al concesionario de un peaje, cuando el propósito es que estos desaparezcan.
Este es el único análisis que coincide con el hecho de que después de seis años de haber sido rellenada y calificada por la CAR como un vallado y posteriormente como una chucua o quebrada, hoy sea vista por la car como un humedal de gran prioridad. Mientras que el humedal de Los Andes amplia y científicamente identificado y referenciado como humedal, no sea tenido en cuenta en este estudio de humedales. Todo lo cual suena muy inquietante.
Los Humedales a Caracterizar