“Sic transit gloria mundi”: obsesiones y legados

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Javier Treviño DETONA aquí un análisis sobre los legados políticos y la importancia que les dan algunos jefes de gobierno.​

“SIC TRANSIT GLORIA MUNDI” ES UNA LOCUCIÓN LATINA QUE SIGNIFICA LITERALMENTE: “ASÍ PASA LA GLORIA DEL MUNDO”. SE UTILIZA PARA SEÑALAR LO EFÍMERO DE LOS TRIUNFOS POLÍTICOS.

Mundo | Tomado de Detona Real News. Por, Javier Treviño Cantú | Análisis Político. |

Veamos lo que opinan tres practicantes de la política, un académico y un periodista sobre la obsesión de algunos jefes de gobierno en torno a sus legados políticos:

Kathleen Sebelius
Nancy Pelosi
Angela Merkel
Francis Fukuyama
Nicholas Kristof

Todos los políticos desean que sus decisiones y acciones tengan un impacto duradero.
A VECES SE OBSESIONAN CON LO QUE QUIEREN DEJAR.
Estos legados pueden ser positivos o negativos, y pueden durar décadas o incluso siglos. Comprender los legados es importante porque dan forma a las realidades políticas, económicas y sociales de una nación.

NO SE PUEDE EXAGERAR LA IMPORTANCIA DE LOS LEGADOS POLÍTICOS. PERO VEAMOS ALGUNAS DE SUS CARACTERÍSTICAS:

Longevidad. Todos los estudios de ciencia política estadounidense moderna utilizan como ejemplo el legado del “New Deal” del presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt de las décadas de 1930 y 1940.

Complejidad. A veces no los entendemos. Influyen una amplia gama de factores, incluidas las condiciones económicas, las normas culturales y los acontecimientos históricos.

Lente para entender el pasado. Comprender los legados políticos es esencial para legisladores, historiadores y ciudadanos, ya que puede ayudarnos a evitar repetir los errores del pasado y construir un mejor futuro.

Motivo de orgullo, vergüenza o conflicto para un país. Un legado político positivo puede inspirar a las generaciones futuras y contribuir a un sentido de identidad nacional, mientras que un legado político negativo puede ser una fuente de arrepentimiento y una barrera para el progreso.

Christian Fong, Neil Malhotra y Yotam Margalit publicaron, el 29 de agosto de 2017, en la Escuela de Negocios de la Universidad de Stanford, los resultados de un interesante estudio académico sobre “legados políticos”.

La gran preocupación de los jefes de gobierno, que pronto dejarán de serlo, es que saben que perderán importancia al dejar el cargo.

POR ELLO, LOS LEGADOS SON UNA FUENTE DE INFLUENCIA QUE POSIBLEMENTE PERDURE INCLUSO DESPUÉS DE SU JUBILACIÓN.

Los investigadores estudiaron la sustancia, la duración y la importancia de los legados políticos.

Desarrollaron una descripción teórica y su relevancia para la política contemporánea, enfatizando que, además de los “legados duros” (logros políticos concretos y duraderos), los políticos a menudo establecen “legados blandos”, que son recuerdos consagrados en la conciencia del público.

Encontraron que establecer un legado duradero es una motivación clave de los funcionarios públicos.

Los legados influyen en los debates políticos contemporáneos mucho después de que un líder se retira.

Un “pato rengo” o “pato cojo” (lame duck) es la denominación que se le da a alguien en un cargo electivo a quien se le aproxima la fecha en que debe dejarlo.

El término captura la expectativa de que el poder político está ligado a ocupar un cargo.

La noción de que la relevancia de los líderes en la vida pública disminuye después de que dejan el cargo es comúnmente evocada por el adagio latino “Sic transit gloria mundi”. 

Por eso, los expertos de los medios describen rutinariamente las preocupaciones sobre el legado como una motivación para las acciones y declaraciones de los funcionarios electos.

SABEN QUE SANTO QUE NO ES VISTO NO ES ADORADO.

“Fuera de la vista” significa “fuera de la mente”.

¿Podrán los legados quedar consagrados en la conciencia del público mucho después de que un presidente deja el cargo?

Los académicos de Stanford concluyen que “los legados importan”:

Los ciudadanos recuerdan a algunos presidentes mucho después de que se han ido, los invocan con frecuencia en las discusiones de políticas y debaten ferozmente esos legados a lo largo del tiempo.

Además, muchos funcionarios públicos reconocen las preocupaciones por el legado como una motivación para sus propias acciones.

Examinaron cómo el público concibe, debate y reacciona ante los legados políticos.

Y hay un impacto en la toma de decisiones políticas.

La opinión más común es que los políticos son buscadores de triunfos electorales, es decir, individuos cuyas acciones están impulsadas, ante todo, por un cálculo centrado en el impacto esperado en las posibilidades electorales de ellos o su sucesor(a).

Sin embargo, un político interesado en dar forma a su legado blando también es más probable que esté interesado en seleccionar políticas que tengan la posibilidad de ser recordadas con el tiempo.

El estudio proporciona el primer relato sistemático de esta fuente alternativa de motivación.

¿QUÉ SIGNIFICA QUE LOS LEGADOS POLÍTICOS PERDUREN?

Los académicos de Stanford conciben un legado como un logro político concreto o un recuerdo, sentimiento o idea que se asocia con un político y perdura después de que deja el cargo.

Con base en datos de una gran encuesta nacional de estadounidenses, encontraron que los presidentes son recordados por la abrumadora mayoría de los ciudadanos comunes mucho después de que dejan el cargo.

Además, estos recuerdos son ricos en contenido afectivo y potencialmente relevante para las políticas. Los legados se invocan con frecuencia en las discusiones sobre temas políticos contemporáneos.

Los legados suaves ayudan a que los argumentos débiles parezcan más convincentes, especialmente en dominios estrechamente relacionados con los logros principales del expolítico.

Este patrón sugiere que los partidos políticos tendrán siempre un gran interés en construir y cimentar los legados de sus líderes en la gama más amplia de dominios que puedan.

LA INVESTIGACIÓN DE STANFORD EXAMINÓ LOS LEGADOS POLÍTICOS PRINCIPALMENTE EN EL CONTEXTO ESTADOUNIDENSE.

Sin embargo, los conceptos y argumentos que presentan en el artículo aplican a otros países.

Aquellos líderes políticos que están obsesionados con su legado podrían leer “Del sentimiento trágico de la vida”, de Miguel de Unamuno, donde reflexiona sobre la profunda preocupación de las personas por sus legados, describiendo esa “tremenda lucha por singularizarnos, por sobrevivir de alguna manera en la memoria de los demás y de la posteridad.

Es esta lucha… la que da tono, color y carácter a nuestra sociedad…”

De hecho, esta vieja noción de que las personas están preocupadas por ser recordadas después de su muerte explica muchas de las acciones de los funcionarios electos.

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