El agua de Chía es impotable

Dicen que el agua sale amarilla, turbia, con muy baja presión y con un fuerte olor a cloro; y que el asunto se ha agravado en el último año.

Administrativo de Cundinamarca aceptó una acción popular presentada por los habitantes de Chía que denunciaron que durante los últimos dos años han recibido agua insalubre. El municipio tiene diez días para responder cómo solucionará el problema.

El agua en el municipio de Chía es, básicamente, impotable. Eso es, al menos, lo que denunciaron los habitantes, que sufren el fenómeno desde hace dos años. Dicen que el agua en sus casas sale amarilla, turbia, con muy baja presión y con un fuerte olor a cloro; y que el asunto se ha agravado en el último año. 

Un olor nauseabundo se ha tomado las calles que rodean la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) del municipio. Los olores empeoran gravemente cuando llueve; y en todo el pueblo, donde viven unos 200.000 habitantes, no hay en dónde refugiarse del intenso olor a alcantarilla. 

Algunos han construido plantas de purificación y tratamiento propios. Sin embargo, la realidad de la mayoría de habitantes del pueblo ha sido tener que adaptarse al agua que llega cada día más amarilla. 

El problema obligó a un grupo de acción popular a presentar una demanda frente al Tribunal Administrativo de Cundinamarca, para presionar una solución inmediata.

¿Por qué no hay agua potable en Chía?

De acuerdo con la denuncia, presentada por Carlos Casas, el agua en Chía es insalubre y, en consecuencia, atenta contra los derechos colectivos al medioambiente sano que deberían tener los habitantes del pueblo. 

El agua, extraída de la cuenca del río Bogotá, tendría que ser filtrada por la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales. No obstante, el crecimiento urbanístico de los últimos años ha provocado que la planta ya no dé abasto.

El municipio ordenó la creación de dos plantas de tratamiento adicionales, pero todavía no entran en funcionamiento.

El Tribunal Administrativo de Cundinamarca recibió la demanda y ordenó a la Empresa de servicios públicos de Chía (Emserchía), al municipio de Chía, a la Secretaría de Ambiente de Chía, a la Secretaría de Planeación de Chía, a la Secretaría de Obras Públicas, a la Secretaría de Salud, a la Gobernación del departamento de Cundinamarca, al Viceministerio de Agua y Saneamiento Básico, al Ministerio de Salud y Protección Social, al Ministerio de Vivienda, y a la Superintendencia de Servicios Públicos domiciliarios responder en un plazo máximo de diez días sobre las acciones que se efectuarán para mejorar la calidad del agua, poner en funcionamiento las nuevas PTAR, atender las necesidades de los habitantes de Chía y garantizar el agua potable a todas las casas del municipio.