Las pruebas del tráfico de influencias de Mario Castaño en la Procuraduría

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Reproducimos para nuestros lectores este trabajo investigativo del portal periodístico Casa Macondo, que pone al descubierto el grado de corrupción que han alcanzado alcaldes de Chía.

Ilustración de Casa Macondo de Mario Castaño y Margarita Cabello
Chía | Tomado del portal Casa Macondo, por Juan Pablo Barrientos| Denuncia | La Región desde los Medios |

Margarita Cabello nombró en la entidad, por mediación de Mario Castaño, a la hija del poderoso abogado Jorge Iván Acuña, conjuez del Consejo Nacional Electoral y del Consejo de Estado, y al procurador regional de Caldas.

Catorce llamadas interceptadas por la Fiscalía revelan los groseros alcances del corrupto entramado tejido en todo el país por la empresa criminal del exsenador Mario Castaño. Las grabaciones señalan un tráfico de influencias que involucran no solo al condenado senador, sino también a la procuradora Margarita Cabello, a Gregorio Márquez, procurador regional de Caldas y a Jorge Iván Acuña Arrieta, uno de los abogados más poderosos del país. 

Las comunicaciones se dieron en el contexto de la estructuración de un negocio de alumbrado público en el que participaron Las Marionetas, la banda delincuencial liderada por Castaño —discípulo y alumno aventajado del expresidente César Gaviria Trujillo—, que, según la Fiscalía, robó 112.000 millones de pesos torciendo contratos, cobrando coimas y desviando pagos con la intermediación de políticos corruptos de por lo menos diez departamentos. 

El negocio buscaba la participación de Mario Castaño y su banda en un contrato a largo plazo para la iluminación de Chía a través de Ingroup S. A. S., una empresa constituida por Manuel Felipe Castaño, el hijo del exsenador. De acuerdo con la Fiscalía, Las Marionetas utilizaron Ingroup para buscar negocios como el del municipio cundinamarqués. Las llamadas detallan cómo la banda criminal jugó a tres bandas con el abogado Jorge Iván Acuña, beneficiario burocrático de la procuradora Margarita Cabello, para hacerse con el 10 % del contrato del alumbrado de Chía mediante una empresa llamada Iluminaciones de la Sabana. 

Los buenos oficios de la Procuradora

Entre el 23 de marzo de 2021 y el 17 de febrero de 2022, la Fiscalía interceptó el teléfono de Manuel Felipe Castaño, hijo de Mario Castaño, y el de Juan Carlos Martínez, la mano derecha del exsenador. Discutiendo el negocio de la iluminación de Chía, Castaño hijo y Martínez, hoy prófugo de la justicia, mencionaron o hablaron directamente con el «doctor Iván» Acuña, en la actualidad conjuez del Consejo Nacional Electoral y del Consejo de Estado, y, en su momento, abogado de Miguel Nule, de los senadores Álex Flórez y María José Pizarro, del gobernador de Magdalena Carlos Caicedo y del alcalde de Cartagena William Dau, en más de una decena de ocasiones. 

Una llamada en particular muestra el tráfico de influencias que existió entre el senador, la procuradora y el abogado Acuña. El 5 de agosto de 2021, el abogado le dijo al mandadero de Castaño que «ayer llamó a Mario para darle las gracias, porque ya nombraron a Verónica su hija en la Procuraduría». El senador Castaño «siempre ha estado recordándole a [la procuradora] Margarita [Cabello]» sobre el tema, añadió Acuña. Efectivamente, un día antes de esa llamada de agradecimiento, la procuradora general nombró a Verónica Acuña Navarro en el cargo de procuradora judicial II, con un sueldo de treinta millones de pesos. 

Esa no fue la única vez que Mario Castaño se sirvió de los buenos oficios de la procuradora Margarita Cabello. El 11 de febrero de 2021, Juan Carlos Martínez le preguntó a su jefe si se había enterado de la revocatoria del nombramiento de Daniel Gregorio Márquez Delgado, un joven abogado del Partido Liberal que había trabajado en la DIAN. Mario Castaño le respondió que sí, que ya había hablado con él, y que el 16 de febrero tenía una reunión con el hijo de la procuradora general a la que también asistiría su hermano Iván Castaño, director de Ruta N en Medellín y ficha del condenado exsenador en la alcaldía de Daniel Quintero. 

Según Octavio Cardona, exalcalde de Manizales y actual representante a la Cámara, a Márquez le habrían revocado un nombramiento en Pereira. Cardona aparece mencionado por Juan Carlos Martínez en esa llamada, quien dice que Octavio lo llamó y le dijo «que el lunes que estén en Bogotá averiguan» (sobre la revocatoria del nombramiento de Márquez).

El 7 de abril de 2021, según el análisis de la Fiscalía, en parte gracias a la intervención de Castaño, la procuradora Margarita Cabello nombró como procurador regional de Caldas a Daniel Gregorio Márquez Delgado. 

Hasta el momento de esta publicación, la procuradora general Margarita Cabello no había respondido los mensajes de Casa Macondo preguntándole sobre este tema.

Los agradecimientos del abogado Jorge Iván Acuña

A lo largo de varios meses, el mandadero Juan Carlos Martínez discutió varios negocios de iluminación con el abogado Jorge Iván Acuña. En esa materia, Acuña ha asesorado a las ciudades de Cúcuta y Sincelejo. Según la Fiscalía, además, el abogado «presuntamente también tendría inversión en el negocio de iluminación». 

CasaMacondo contactó al abogado Acuña y este negó haber tenido negocios con Mario Castaño. Acuña aseguró que nunca concretó nada con el condenado senador y dijo que le agradeció a muchas personas por el nombramiento de su hija en la Procuraduría, no solo a Mario Castaño. 

Una docena de interceptaciones a Juan Carlos Martínez muestran que la relación entre Acuña y Mario Castaño no es tan escueta como dan a entender las respuestas del abogado. En repetidas ocasiones, Martínez habló con un hombre llamado Leonardo Andrés Osorio González sobre proyectos de construcción y negocios, entre los que se encontraba el de la iluminación de Chía. «Iván está muy pendiente de eso», le dijo Osorio a Martínez en una ocasión. 

El 22 de junio de 2021, Acuña habló por teléfono con Martínez y le dijo que estaba reuniendo trescientos millones de pesos esa misma semana para consignarlos en lo del negocio de Chía. Antes de quince días, tendría setecientos millones, añadió. Mario Castaño viajaba a Estados Unidos en los días siguientes, por lo que Martínez le pidió a Acuña que intentaran reunirse pronto. Todo indica que efectivamente se reunieron al día siguiente y luego el 15 de julio con una contadora. 

A juzgar por las conversaciones entre Martínez y Acuña, las cosas prosperaron. Castaño le prestó a Acuña su chofer y vehículo oficial para que se transportara entre Armenia, Cartago y Anapoima para presuntamente tratar negocios de alumbrados, según la Fiscalía. Y Acuña le habló a Martínez sobre los beneficios de lo que estaban cocinando: el negocio que Acuña tenía en Sincelejo. «Solamente con el retorno y sin lo más importante», le representaba mensualmente cuatro millones de pesos, dijo. Emocionado y agradecido con ese dato, Martínez respondió que lo que Acuña estaba haciendo era un acto de generosidad con él y con el senador Castaño. «Ese negocio es infinito y cuando esté funcionando bien deja una utilidad entre doscientos y doscientos cincuenta millones de pesos, y es que es una pensión de jubilación”, continuó Acuña. Una locura, le respondió el mandadero. 

En la misma llamada, Acuña habló de la posibilidad de otro negocio de alumbrados por mil doscientos millones de pesos en el municipio de La Tebaida, en Quindío. A Castaño y a Martínez les podrían corresponder cuatrocientos millones, dijo. Se trataba de otro «negocio infinito». 

Las conversaciones entre Acuña y Las Marionetas continuaron en febrero de 2022. El 17 de ese mes, el abogado le dio direcciones a Manuel Felipe Castaño, el hijo del exsenador, para recoger una propaganda electoral de su padre en el municipio de Sampués, Sucre. Luego, volvió al tema de la iluminación de Chía. Ya tenía los títulos expedidos y necesitaba una reunión en Bogotá, le dijo, pues ya los títulos —que le había enviado por WhatsApp— estaban «legalizados con el 10 %». Todo iba muy bien, continuó Acuña, y ahora debían «traer las últimas luminarias que están en Buenaventura», la última etapa de la instalación. 

A pesar de que, según Acuña, nunca se concretó nada con el exsenador, el abogado también habló con Manuel Felipe sobre títulos y pagos relacionados con el negocio de Chía. Acuña le dijo al hijo de María Castaño que, entre todos, debían hacer un aporte de quinientos millones de pesos. A la familia Castaño, por ser los beneficiarios del 10 %, les correspondía pagar 50 millones, «que es urgente porque toca cancelar el parqueo del barco y tienen que resolverlo mañana y les dan plazo hasta el domingo y toca pagar los impuestos de la traída». Al final no era mucho, dado que los rendimientos serían de ochocientos millones, añadió. 

A los Castaño les estaban ofreciendo el 10 % de Iluminaciones de la Sabana de Iván Peñaloza Pardo, un abogado que actuó como representante legal de Iluminaciones Especializadas del Norte S. A., la empresa encargada del alumbrado público de Sincelejo. En Iluminaciones de la Sabana, Peñaloza Pardo era representante legal suplente. Acuña era el titular. 

Para la Fiscalía, esa última llamada es quizá la más grave de todas, pues habla de lavado de activos. «Probablemente —dice el ente de control—, el hijo del senador Mario Castaño, de nombre Manuel Felipe Castaño, y su mamá, de nombre Gloria Lucía, participan en negocio relacionado con título de inversión por iluminaciones de la Sabana con el 10 %, negocio del cual hace parte el reconocido abogado del país Iván Acuña». El abogado Acuña y los Castaño, concluye la Fiscalía, «han venido coordinando la inversión y es muy probable que los recursos utilizados provengan de irregularidades y actos de corrupción en las obras públicas, a las cuales tiene acceso el congresista».

Las Marionetas

Mario Castaño fue condenado el 15 de junio de 2023 por la Corte Suprema de Justicia a quince años y once meses de cárcel por diecinueve delitos de gestión pública abusiva y criminal.

Los primeros en caer fueron sus subalternos. El 4 de marzo de 2022, una orden de captura sorprendió a nueve fichas de su banda de marionetas. Las autoridades detuvieron a miembros de su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) y otros funcionarios que eran sus enlaces en varios departamentos. Pronto quedó al descubierto el enorme y sofisticado tinglado de corrupción de Castaño: concejales, diputados, alcaldes, gobernadores, ministros, contratistas, colegas congresistas, todos funcionarios que juraron respetar y acatar la ley en beneficio de los intereses ciudadanos.

Una procuradora, un excontralor, un fiscal, el expresidente Duque y hasta la mamá de este, a quien conocían en la red criminal como la Madrina, aparecen mencionados en las 3.535 llamadas que la Fiscalía interceptó y que usó como prueba principal dentro del proceso judicial para desenmascarar a Marío Castaño, el titiritero mayor en un espectáculo de hampones. Las audiencias públicas de legalización de captura de los nueve primeros miembros de la red criminal desnudaron un modus operandi tan siniestro como desvergonzado.

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