Las fuertes lluvias de este jueves 28 de octubre mantienen colapsada a Cota
Las estadísticas podría estar arrojando unos 150 predios afectados, muchos de la zona industrial de la 80.
El alcalde de Cota, Néstor Orlando Guitarrero, declaró la calamidad pública en el municipio e instaló el Puesto de Mando Unificado (PMU) permanente en la Alcaldía Municipal para atender a los habitantes afectados por los estragos de las fuertes lluvias.
En un primer informe el mandatario indicó que se estima en 80 las familias afectadas, sin embargo al final de la tarde la estadística podría estar arrojando unos 150 predios afectados, entre ellos, muchos de la zona industrial de la 80.
Aunque el alcalde ha convocado a la ciudadanía a donar colchones y frazadas entre otros implementos, el Periódico de Chía pudo establecer que las comunidades y las veedurías de la ciudad lo que esperan del gobierno municipal, es que se hable de los recursos que se invertirán de manera inmediata para atender a las familias más afectadas y, del presupuesto que se apropiará para darle solución al problema de alcantarillado y de vallados que padece el municipio.
Esto en razón a que hay que “ponerle coto a estos problemas que no dejan desaguar la ciudad”, indicó un veedor, toda vez que los vallados han sido taponados y el agua no tiene por donde correr ni llegar a los ríos Chicú o Bogotá y el invierno hasta ahora está comenzando.
Según los ciudadanos, los cultivos están inundados desde hace días, la zona indígena está muy afectada por los desprendimientos de tierra. Según los testimonios, cada vez son más los muros de contención allí, en zonas de alto riesgo, donde se vienen permitiendo más construcciones.
También indican que ha aumentado la accidentalidad sobre la 80, que el agua corre hacia el humedal la Vuelta Grande, pero que el taponamiento de los vallados no permite que el agua corra y la zona está anegada.
Así las cosas el panorama no es muy alentador para los cotenses que continúan con los valladnos y los servicios de alcantarillado y Plantas de tratamiento sin resolver, mientras el invierno arrecia.
