La búsqueda global de la educación: los niños son protagonistas de la paz
La presidenta del Foro Internacional de Literatura y Cultura de Paz (IFLAC), Ada Aharoni, habla sobre la construcción de la paz mundial.
“Creo que las palabras, la comunicación, la literatura y las artes pueden promover la paz, la tolerancia y la armonía, y provocar un cambio”. Ada Aharoni
El desafío más grande para la humanidad en los años venideros podría ser enfrentarse a la idea de que todos estamos juntos en esto: vivimos en un mundo más interconectado y competitivo que nunca.
Nuestro trabajo más importante, si queremos progresar como una comunidad mundial saludable y productiva, es encontrar el terreno común en situaciones sociales, políticas y económicas relacionadas.
Sí, el mundo es plano, pero también mucho más pequeño: nuestros vecinos están a un tweet de distancia. Nunca ha habido un momento en que el conocimiento, la comprensión, la tolerancia, la empatía y recordar y centrarse en el objetivo general, de que un mundo en paz haya sido más importante.
¿Cómo pueden las artes construir sobre su base de “lenguaje universal” y acercarnos más?
Los niños son estrellas de la paz
La profesora Ada Aharoni, que vive en Israel, es la presidenta fundadora del Foro Internacional de Literatura y Cultura de Paz (IFLAC). Ella cree que la comunicación intercultural, la literatura de paz y los medios de paz pueden ayudar sustancialmente a sanar las urgentes dolencias de nuestra aldea global.
Recibió el Premio Presidente Shimon Peres por la Paz en 2012 por su investigación sobre la paz, sus libros y su trabajo con IFLAC. Fue nominada para el Premio Nobel de la Paz 2014. Nos complace darle la bienvenida a The Global Search for Education.
“Si un niño regresa a casa después de la clase con padres que son intolerantes y violentos, el niño, a pesar de su educación de paz y tolerancia en la escuela, estará fuertemente influenciado por los valores, costumbres y tradiciones de sus padres”.
Esta es una entrevista realizada por CmRubinWorld a Ada Aharoni:
Ada, en tu opinión, ¿qué significa ser un verdadero “ciudadano global”?
Un verdadero ciudadano global, en mi opinión, es un guardián humano de todas las personas en nuestra aldea global, y no solo del país en el que él o ella vive.
Muchos afirman que sin conflicto y competencia no hay avances. Si el mundo estuviese completamente en paz, ¿podríamos desarrollarnos o el mundo estaría totalmente parado cuando se trata de nuevos descubrimientos / revoluciones?
Cuando un día el mundo esté completamente en paz, después de haber arrojado de nuestras vidas, de nuestro planeta y de nuestros diccionarios, el concepto destructivo y la práctica de la guerra, desarrollaríamos nuestra creatividad y todas nuestras habilidades a un ritmo fructífero en el mundo. nunca antes visto
Creciste aprendiendo sobre otras culturas. En la era actual, las aulas son cada vez más diversas que nunca, pero las personas temen ciertas culturas y religiones. ¿Crees que la paz comienza en el aula? ¿Qué tan importante es el papel de la educación en el fomento de la tolerancia?
La educación es el elemento más importante para desarrollar, nutrir y propagar el establecimiento de la paz, la resolución de conflictos, la tolerancia y la armonía. Sin embargo, la educación de Paz y Tolerancia se debe dar a los maestros y a los padres también. Si un niño regresa a casa después de la clase con padres que son intolerantes y violentos, el niño, a pesar de su educación para la paz y la tolerancia en la escuela, estará fuertemente influenciado por los valores, costumbres y tradiciones de sus padres.
¿Los términos “patriota” y “ciudadano global” son mutuamente excluyentes? ¿Puede alguien amar y querer lo mejor para su país mientras también aboga por la cooperación internacional?
Un “ciudadano global” puede, y debería, ser un patriota leal en su propio país. La cooperación internacional puede desarrollar, fortalecer y empoderar a las personas para que sean tanto ciudadanos globales leales como patriotas leales al mismo tiempo.
Su película habla sobre la responsabilidad del gobierno y la falsificación de la historia, especialmente cuando se trata de los orígenes de los judíos en Israel. ¿De qué manera ves a las generaciones más jóvenes exigir responsabilidad y transparencia por parte de sus líderes mundiales? ¿Crees que la política se está volviendo más o menos accesible para las personas?
Me alegra que hayas visto mi película: La Granada de la Reconciliación y el Honor, y la entendí tan bien. Sin embargo, no es la falsificación de la historia, sino la historia y el desarraigo de más de la mitad de los ciudadanos de Israel: los ciudadanos sefardíes que fueron expulsados o escaparon de los países árabes, después del establecimiento del Estado de Israel en 1948 .
Esta historia es tan importante como puede promover la Reconciliación entre los palestinos y los israelíes. Cuando los palestinos se dan cuenta de que no son las únicas víctimas del conflicto árabe-israelí, les devuelve su “honor” y se abren a la reconciliación.
El Ministerio de Educación en Israel debería enseñar en las escuelas, tanto en las escuelas judías como en las árabes, la Historia y el desarraigo de los judíos de los países árabes, y su importancia como elemento principal para la construcción de la paz y la reconciliación. Esta historia, de la mitad de los ciudadanos en Israel, debe ser aprendida y practicada también por todos los líderes, tanto del lado israelí como palestino.
En el mundo volátil e incierto de hoy en día, ¿puede la literatura y las artes producir realmente un cambio? ¿Qué te ha enseñado tu experiencia con tu propio trabajo?
Sí, creo que las palabras, la comunicación, la literatura y las artes pueden promover la paz, la tolerancia y la armonía, y provocar un cambio. Nuestro trabajo en IFLAC nos ha demostrado esto una y otra vez. Por ejemplo, recibí muchas cartas y mensajes entusiastas de los palestinos que vieron mi película, La granada de la reconciliación y el honor, en YouTube, y escribí que la película había inculcado la esperanza de paz en ellos y les había devuelto su honor como palestinos.
