¿Qué pasa con el colector de la Calle 29 en Chía?

3962
0
Compartir:

Como presidente de Veeduptars y miembro de la Red de Veedores del Río Bogotá comparto con los habitantes de Chía los hallazgos encontrados, en visita del 29 de agosto, a las obras del Colector de la Calle 29.


Tendido del colector. Foto Carlos Vargas

Chía| Por Carlos Vargas, Veedor | Reportero de Ciudad | 

Estos trabajos importantísimos para la ciudad, no han sido claramente socializados a la comunidad y menos aún a los veedores, quienes hemos solicitado información y entrevistas con el secretario de Obras Públicas, Alberto Torres Medina, coordinador de la obra por parte del municipio y al gerente de Emserchía, Jairo Pinzón López, coordinador de la obra por parte de la empresa municipal de servicios públicos, sin obtener respuesta alguna.

Así las cosas y sin el conocimiento técnico que dichos funcionarios deberían aportarnos, relaciono la percepción que me he llevado sobre dichas obras, con base en la información obtenida de la lectura del convenio, los comentarios de la gente y mis propias observaciones sobre el terreno de campo e incluyo, además, las preocupaciones que me asaltan de lo observado.

Este contrato surge del Convenio Interadministrativo de Asociación No. 2017-CU011, suscrito entre el municipio de Chía y la empresa de servicios públicos Emserchía ESP.

El convenio curiosamente fue firmado el 29 de octubre de 2015, entre el Alcalde Leonardo Donoso Ruiz y Jairo Pinzón López, como Gerente de Emserchía (2 meses antes de posesionarse cada uno de dichos funcionarios en sus respectivos cargos).

El documento hace referencia a la construcción de un “Colector de aguas lluvias Calle 29 del Municipio de Chía Cundinamarca”, para recoger las aguas lluvias a la zona de expansión urbana y áreas aledañas a Mercedes de Calahorra, donde la administración estima que hay una población de 20 mil habitantes.

Tubo matriz de gas natural y maquinaria trabajando cerca al tubo sin protección. Foto Carlos Vargas

El proyecto se centra entre las calles 29 y 35 y carreras 2ª.Este y el Río Frío, esto es sobre un área de drenaje estimada de 57.71 hectáreas. El colector se hará con tubos de PVC y poliéster reforzados en fibra de vidrio y su diámetro oscila entre las 29 y 63 pulgadas, o sea entre unos 74 cm y 1.69 metros.

Según lo registra el mismo convenio, Emserchía realizó una ‘Invitación Pública’, la No. 05 de 2015, (sin que se conozca la fecha) la cual se adjudicó a la Unión Temporal Calle 29, mediante el contrato de obra 09 de 2015, (para la construcción de la primera etapa del colector) por valor de 5.111.461.518 millones de pesos.

El colector,  no es otra cosa que un tubo de las características anteriormente descritas que se instala de manera subterránea desde la carrera 4 pasando por las carreras 9 y 11 y continúa de largo para desembocar en el Río Frío a través de un recorrido de 1.400 m lineales.

El tubo se extiende en una pendiente que comienza en la carrera 4 a un metro de profundidad y termina en el Rio Frio a unos 7 metros bajo tierra. La obra la han iniciado del Río Frio hacia la cuarta y va en la carrera 11.

Preocupa de este convenio, que además de estar firmado por el alcalde cuando no era alcalde y por el gerente de Emserchía cuando éste no era gerente, que en este se describa las condiciones de contratación para la obra y desde ese entonces se prevean las adiciones que se le harían y por qué conceptos.

Barrera de contención de la obra. Foto Carlos Vargas

Así fue como más se demoraron en iniciar las obras de este colector, que en hacerle una adición presupuestal al contrato por $1.112.900.137 porque supuestamente no estaban previstos unos costos, entre ellos pasar por debajo de un tubo matriz de gas natural. De esta manera lo que inicialmente costaba algo más de $5.111 millones, paso a costar $6.224.361.655 millones de pesos, lo que significa que cada metro lineal de colector sale a $4.445.972 pesos.

De acuerdo con estas cifras no se entiende como la administración municipal no hace simultáneamente el tendido de un colector de aguas negras, pues este sector de la ciudad no cuenta con un colector matriz de aguas servidas.

Así lo pude constatar en la excavación que se hacía durante la visita a la altura de la calle 29 con carrera 11, donde en el pozo de la excavación caían las aguas negras de tres tubos arcaicos de asbesto cemento de 30 cm de diámetro, que rompieron mientras excavan para poner el tubo del colector para aguas lluvias.

Este asunto llamó poderosamente mi atención porque mientras las aguas negras caían al pozo, una excavadora extraía el material ya contaminado y lo cargaba a una volqueta. El caso es que para solucionar el incidente los operarios de la obra atendían el derrame y manipulaban las aguas negras sin los trajes, ni el equipo protector adecuado, para estas condiciones y tipo de materiales, como son las máscaras, gafas de seguridad, guantes de hule, botas de caucho y arneses, que ordena la Ley.

No entiendo tampoco como con los sobrecostos de $1.113 millones prácticamente, no se instalaron tres tanques de acopio previo a la excavación para evitar que las residuales de los tres tubos en tres puntos diferentes y de varios conjuntos del área, vertieran en la excavación directamente. ¿Tampoco entiendo por qué se aprobaron en el pasado tantos conjuntos en esa área, con el tamaño de las tuberías existentes y, sobre todo, no termino de aclarar a dónde descargan?

Colector de aguas negras que vierte sobre el Río Frío. Foto Cortesía Jairo Díaz

También vi como la excavadora trabajaba peligrosamente sobre el tubo de gas natural ya que para alcanzar con su brazo la profundidad necesaria la bajaron del nivel de la calle, sin que blindaran el tubo con una protección metálica y sin que la contención metálica de la excavación cubriera la totalidad de la zona de riesgo.

Es claro la falta de un tubo madre de alcantarillado para aguas negras en el sector, ya que los tres tubos de asbesto cemento están colmatados con las construcciones existentes así que uno se pregunta ¿a dónde conectarán los constructores de las nuevas urbanizaciones de la expansión urbana los alcantarillados que según el alcalde ellos deben construir, si no hay una tubería matriz, o será que precisamente se ahorraran un colector y terminarán uniendo como siempre las aguas negras a las aguas lluvias?

Todo se puede suponer porque no hay a quien preguntarle, ni quien de la administración hable de manera clara y con la verdad, de otra parte hay que recordar que el Alcalde ha manifestado de manera reiterada que no dejará construir nada hasta que las Constructoras no solucionen la Red Matriz de Alcantarillado. Entonces pregunto:

¿Llevándola a dónde y a qué distancia? Y acaso ¿Es obligación de las Constructoras proveer estas?

Siguen las preguntas, ¿Por qué no se aprovechó esta costosa excavación para instalar la tubería de residuales llevándola cerca del Rio Frio ya que los otros vertimientos existentes que contaminan Rio se tendrán que interconectar algún día para llegar a la PTAR 2?.

Tendido del colector, foto cortesía Jairo Díaz

¿Qué tipo de planeación y economía usaron? ¿En dónde están los planos y precios unitarios que justifiquen el sobrecosto ?  este estaría justificado si se estuviera taladrando con un equipo especializado por debajo de estos tubos; ¿Es imposible que no se haya sabido de la existencia del tubo de gas al licitar, valdría la pena verificar bajo que parámetros y costos unitarios se licito?

Al pedirle al jefe de cuadrilla el plano de diseño de obra para este pasaje, respondió que no lo tenía, ¿o sea que están improvisando?  y ¿cómo llegaron a la cifra del sobrecosto ?

Reitero mi preocupación sobre el hecho de que tan millonaria inversión no esté solucionando la red matriz de alcantarillado para aguas residuales; ¿será que por no existir PTAR a donde direccionarla van a construir el colector y lo van a llamar “colector Aguas Lluvias”?

Como todo en Chía, fuimos convocados los veedores a la obra del colector para responder a todas nuestras preguntas y no asistió Emserchía ni la secretaria de Obras Públicas. Solo estaba la ingeniera  interventora, Maciel Soto, quien no quería dejarnos entrar a ver la obra. Qué curioso, la propia interventora con este discurso.

Y para rematar, ni siquiera están empleado para mano de obra de Chía.

 

 

Compartir:

Deja un comentario

Artículos recomendados