Mujeres anónimas
Más allá de una figura bonita, o de una mamá ejemplar también hay mujeres geniales y fuera de serie
El correr del tiempo se ha encargado, como si se tratara de brochas para arqueología, de sacudir el olvido en el que cayó el genio, la labor y la disciplina de cientos de mujeres científicas, deportistas, artistas y hasta guerreras, sobre quienes el peso de una historia mal contada mantuvo sepultadas durante siglos.
En esa lista que se va haciendo cada vez más extensa y asombrosa, no hay que olvidar aquellas que para poder dedicarse a su pasión tuvieron que fungir de hombres como la escritora Amantine Aurore Lucile Dupin, conocida como George Sand, o las hermanas Brontë (Currer, Ellis y Acton Bell, autoras de novelas inmortales como Cumbres Borrascosas.
Sin dejar de mencionar el caso de la guerrera de Birka, una vikinga que desde el hallazgo de su tumba se creía que era un varón por las armas con las que fue enterrada, hasta que los análisis de ADN demostraron lo contrario más de un siglo después.
Y aunque finalizado el siglo XIX ya no hubo necesidad de ocultar la feminidad tras unos bigotes postizos, o posturas masculinas, entrado el siglo XX aún sus aportes no eran reconocidos.
Este fue el caso de las mujeres encargadas de programar la primera computadora electrónica digital, ENIAC, es decir: Betty Snyder Holberton, Jean Jennings Bartik, Kathleen McNulty Mauchly Antonelli, Marlyn Wescoff Meltzer, Ruth Lichterman Teitelbaum y Frances Bilas Spence.
En el podio de “Lego”, varias mujeres de ciencia
Ya en el siglo XXI, como si se tratara del salón de la justicia, ése en el que se reúnen varios super héroes de tiras cómicas; Maia Weinstock, una escritora científica estadounidense y entusiasta de Lego, diseña un set de juego en el que inmortaliza en el imaginario colectivo de la humanidad a muchas mujeres , entre ellas:
Ada Lovelace (1815-1852): Lovelace publicó lo que muchos consideran el primer programa de ordenador de la historia como una secuencia de operaciones; por ello, se la suele llamar la primera programadora.
Grace Hopper (1906-1992): informática pionera y contralmirante de la Armada estadounidense. Desempeñó un papel destacado en el desarrollo de COBOL.
Hopper con una bobina de alambre demostró públicamente los conceptos de microsegundos y nanosegundos.
Betty Holberton (1917-2001): desarrollado en la década de 1940, el Integrador Numérico Electrónico y Ordenador (ENIAC) un ordenador del tamaño de una habitación en la Universidad de Pensilvania con miles de interruptores, cables y «tablas de funciones» móviles.
Después de ENIAC, Holberton siguió teniendo una gran influencia en la informática. Entre sus logros se encuentran el codesarrollo y el funcionamiento del código que hacía funcionar el UNIVAC I.
Jean Jennings Bartik (1924-2011): Bartik fue una de las seis mujeres que dirigieron la programación del Integrador Numérico Electrónico y Ordenador (ENIAC).
Bartik comenzó su carrera como «computadora humana», realizando cálculos para el Ejército de los Estados Unidos, pero finalmente se convirtió en codirectora de programación de la ENIAC junto con Betty Holberton.
Gladys West (1930-): West es más conocida por su trabajo en el desarrollo del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) aplicando complejos algoritmos para programar los cálculos de un modelo muy preciso de la Tierra que tiene en cuenta la gravedad, las mareas y otras fuerzas.
También realizó importantes avances en el estudio de las órbitas de Plutón y Neptuno y en la medición de la superficie del océano en la Tierra.
Annie Easley (1933-2011) Conocida por el software que elaboró para las etapas superiores Centauro de cohetes que han lanzado sondas espaciales a Marte y al sistema solar exterior y ayudaron a sentar las bases para el lanzamiento de los transbordadores espaciales de la NASA.
Yayoi Kusama, un siglo de resistencia desde Japón
Yayoi Kusama es japonesa, tiene 93 años y sigue creando arte desde el psiquiátrico de Seiwa, a las afueras de Tokio, allí ingreso por voluntad propia el día que empezó a ver remolinos de colores, los cuales, de acuerdo con el diagnóstico médico, no obedecían a una afección visual, aunque también siempre escuchaba voces.
Sus creaciones, una explosión de puntos y colores, además de ser expuestas en varias bienales, también han causado sensación en las vitrinas de Louis Vuitton. No en vano, le podría quitar el trono, sin dificultad, al rey del pop Andy Warhol, de quien fue amiga, y quien en su opinión utilizó muchos de sus conceptos.
Su autobiografía la denominó redes infinitas que se extendieron más allá del lienzo hasta cubrir muebles, paredes e, incluso, su propio cuerpo.
Creó, además, esculturas blandas con forma de falo. “Me aterrorizaba el sexo y me aterrorizaba el falo”, escribe la artista, quien decidió hacer cientos de miles de esculturas con esa forma para ahuyentar la repulsión que le provocaba. A este proceso, que denominó obliteración, también lo aplicó con los macarrones, alimento que le genera una aversión similar.
Las colombianas conquistan el espacio
Diana Trujillo Pomerantz nació en Cali en 1981, y después de llegar como inmigrante, hoy es líder de la misión Curiosity de la NASA.
Más, exactamente, lidera el equipo de ingenieros en el Laboratorio de Propulsión a Chorro, a cargo del brazo robótico del rover Perseverance que no sólo buscará evidencias de vida pasada en Marte, sino que también pondrá a prueba tecnologías pioneras, clave para una futura presencia humana en el planeta rojo.
El 18 de febrero de 2021, Trujillo fue la presentadora de la primera transmisión de la NASA en español de un aterrizaje planetario, para el rover Perseverance en Marte.
Es decir, en este mes de marzo hay mucho que celebrar porque del pasado se han recuperado muchas féminas importantes y en la actualidad cada vez van tomando más fuerza bien sea, como artistas, científicas, estadistas, sin necesidad de dejar de ser lo que son: mujeres.
