Las vicisitudes de un gobierno de izquierda en Colombia

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En los años treinta y cuarenta del siglo pasado, la izquierda era representada por la política liberal y, en el caso colombiano, específicamente por Rafael Uribe Uribe.

Por Alberto Conde Vera |Columnista |opinión |

 Igual fue en La Guerra de los Mil Días y durante las diferencias radicales de los dos partidos tradicionales, hasta el advenimiento del Frente Nacional a mediados del siglo XX.

A mediados de este siglo aparecieron con relativa fuerza la izquierda socialista y la socialdemócrata. Hacia 1.948 tras el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán aparecieron la guerrilla liberal de orientación socialdemócrata y la socialista o comunista, ligada al partido Comunista Colombiano.

Carlos Lleras Restrepo, Alfonso López Michelsen y Luis Carlos Galán, fueron los últimos voceros de la izquierda socialdemócrata que anidaba en el partido Liberal. Desde entonces hablar de izquierda era hablar de los partidos de orientación marxista que participaban en las contiendas electorales y que nunca pudieron llegar al control del Estado para hacer sus ejercicios de poder desde esa instancia, hasta el triunfo electoral del actual presidente Gustavo Petro.

En este momento las diferencias entre las distintas fuerzas políticas, no se pueden centrar en este aspecto. Las estrategias más adecuadas para mejorar las condiciones de vida del pueblo colombiano y, por tanto, eliminar la pobreza absoluta, la de tantos millones de compatriotas que viven en condiciones inhumanas y sometidos a los cambios climáticos.

¿Significa esto que hay que desconocer a los más ricos? Evidente y rotundamente no. Del hecho de que nos empobrezcamos todos no sale nada bueno. Las principales estrategias, serían; de una parte, que haya una mayor y más diversa inversión en el sector industrial. Estrategia en la cual tienen la mayor opción los grandes capitales nacionales e internacionales.

¿Por qué? Porque a mayor inversión, mayores fuentes de trabajo y mejores ingresos para la población. Por otra parte, disponibilidad de crédito menos especulativo y más dirigido a la cooperación para sacar el país de la ruina tras tantos años de malos gobiernos, catástrofes y favoritismos absurdos.

Entonces se trata de tácticas que muevan a los que más tienen para que se asocien o apoyen de distintas formas a los medianos y pequeños empresarios tanto del campo como de la ciudad. De suerte que se produzca una diversificación real de la producción, una auténtica redistribución del ingreso en el país y un crecimiento del empleo tanto cualificado como del básico.

Pero como sea, todo depende de que los que más tienen entiendan el momento actual que vive el mundo: los verdaderos alcances de la guerra en Ucrania, la inflación mundial de la cual no es responsable Petro. 

La crisis del mercado que nace del crecimiento de las superpotencias y de la capacidad productiva de las mismas que hace imposible colocar los grandes volúmenes de producción en el mercado mundial; los exorbitantes endeudamientos de los países pobres y de los emergentes, que obliga a destinar grandes sumas de dinero para el servicio de la deuda y a disminuir su capacidad de inversión en la producción y el creciente desempleo en estos últimos países.

Por último, pero no por ello menos importante, la falta de asociaciones internacionales auténticamente independientes y defensoras de los intereses regionales y no al servicio de las superpotencias, que apunten a establecer la equidad en estas relaciones internacionales.

Este es un momento complejo, muy complejo, y nada sacaremos buscando culpables. Necesitamos mentes propositivas que comprendan bien lo que sucede en el mundo y en cada país. Es en esa dirección, pienso debemos movernos. Chocar con otros, tanto interna como externamente, no nos llevará a nada. Hay que aislar a quienes insisten en el choque como estrategia fundamental.

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1 comentario

  1. Carlos Vargas 17 noviembre, 2022 at 11:33 Responder

    No estoy de acuerdo en que toca “aislar” a los que chocan, toca reconocer problemáticas, reunir todos los actores para encontrar el cómo solucionarlas. No podemos seguir tratando por separado los temas, ya que una coma que se aporte vale y debe ser tenida en cuenta.

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