La Democracia, los partidos y las instituciones

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La financiación debe ser pública y mínima para evitar esos ríos de dinero en publicidad y compra de votos.

Por Luis Alberto Correa C. | Columnista | Opinión |

Llevamos más de 20 años sorprendidos e indignados viendo en los medios de comunicación escándalos de corrupción cada vez más grandes y preocupantes.

El acceso al poder público que antes era honorífico y sin prebendas se volvió un baloto para los cargos de elección popular, tanto así que se crean empresas políticas de clanes familiares que se incrustan algunas veces de manera muy sutil para no ser visibles. Pero hoy ya lo hacen de manera descarada y sin vergüenza alguna.

La compra de votos entre otros, son los recientes hechos denunciados contra los tres clanes: Char, Name y Gerlein que manejan a su antojo la política en la costa caribe.  Asunto que se conoció con la fuga de la congresista Aida Merlano condenada por el delito de compra de votos y corrupción electoral, demuestra que estamos en el peor momento de corrupción nacional. 

Por fortuna las encuestas sobre los principales problemas de Colombia ubican la corrupción como el principal cáncer de nuestro país. Esto ya es un buen comienzo para procurar minimizarla y ojalá erradicarla de la política nacional. Se requiere, que con la importante ayuda de los medios de comunicación, se haga pedagogía sobre esas prácticas dolosas tanto en los procesos electorales, como en general en el manejo de lo público, contrataciones y manejo de los presupuestos nacionales y locales.

Adicional, se espera un cambio en la cultura política de la ciudadanía para que no acepten ninguna práctica contemplada en el código penal, ya que estos delitos deben ser castigados con todo el rigor de la ley. 

En este sentido, ha sido valiosa la labor de las personerías y las veedurías que denuncian de manera permanente los desvíos de los funcionarios públicos en el ejercicio de su labor.

Otro caso muy delicado difundido por los medios nacionales, lo constituye la actuación de la candidata al senado Piedad Córdoba y sus relaciones con el señor Saab contratista del gobierno Maduro en Venezuela. También las denuncias por su intermediación para la liberación de secuestrados de la guerrilla de las FARC, que la tienen rindiendo indagatorias ante la corte suprema y la fiscalía.

Un tercer caso igualmente censurable y repudiable hace relación con el senador de Caldas Mario Castaño, quien tenía un entramado de corrupción en varios municipios y departamentos. Su intermediación ante el gobierno nacional para obtener recursos vía regalías y demás fuentes públicas del orden nacional, cobrando coimas y ganando dividendos ilegales por estas gestiones, muestran un grave dolo.

Además, los audios revelan que hasta en la comercialización de los licores de caldas obtenía ingentes sumas de dinero lo cual es totalmente ilegal.

Finalmente, el caso del representante de Zipaquirá, El pájaro Caicedo, quien tuvo que renunciar al congreso por las denuncias de irregularidades en la construcción de un acueducto veredal cuando fue alcalde de esa población. Ahora Promueve sin reato alguno a su hijo para sucederlo en ese cargo como si fuera heredada y obligatoria la sucesión.

Acudiendo a los recursos públicos del presupuesto departamental por las cuotas que poseía en el departamento. Estos hechos está denunciados de manera completa en un informe de blu radio.

Lo que nos deja indignados de ver hasta donde llega la corrupción  en ese círculo vicioso que los hace reelegirse. Todo gracias a toda esa corruptela de nombramientos y contratos que luego exigen el voto por las supuestas ayudas y gestiones en las cuales va el porcentaje de la coima que financia la siguiente campaña electoral.

La pregunta y el dilema es como limpiar la política de ese perfil de personajes y clanes politiqueros que usufructúan el poder y tratan de perpetuarse sin sonrojo alguno.

Lo primero es que los ciudadanos no sean cómplices de esos delitos al votar por ellos, ese sería un importante avance, pero en el mismo sentido se exige unas reformas en varios campos así:

1. Voto obligatorio con lo cual se hace casi imposible la compra total de votos.

2. Separar las decisiones de inversión pública de los procesos de adjudicación de contratos, vía encargos fiduciarios en los cuales las autoridades fijan la obra y el monto a invertir, pero no pueden adjudicar la obra.

3. Una reforma a la justicia para que los procesos sancionatorios sean más expeditos y rápidos, pero a la vez eliminen los beneficios de casa por cárcel para estos delitos contra la administración pública.

4. Revisar los requisitos para ser alcalde y gobernador, exigiendo calidades más severas y competitivas para acceder a estos.

5. La financiación debe ser pública y mínima para evitar esos ríos de dinero en publicidad y compra de votos.

6. Confiamos que la ciudadanía los jóvenes y mujeres independientes de esta corruptela salgan masivamente a votar contra esos politiqueros que han destruido nuestra democracia en beneficio propio. Para seguir así en la búsqueda para lograr mejorar el bienestar y calidad de vida que hoy, no se logra por la perdida de estos recursos en manos indelicadas e inescrupulosas.

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1 comentario

  1. Carlos Vargas 13 marzo, 2022 at 09:06 Responder

    Llegó el cambio ¡Va a doler! cómo duele una Operación o una inyeccion pero es Necesario ¡Dios nos Ilumine y guarde!

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