La otra visión

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Junto a la ciudadanía, debe estar hombro a hombro la academia, es decir, el conocimiento.

Editorial | EPDC |opinión |

En noviembre se llevó a cabo en Chía el foro Visión Compartida Sabana Centro 2021. Un encomiable esfuerzo municipal que comienza a abrir el debate y la reflexión, desde todas las esquinas de la provincia, al reconocimiento de la importancia de la integración regional. 

De hecho el encuentro estuvo muy bien concurrido. Contó con destacados panelistas, conferencistas e invitados especiales, y lo más importante, quedó en claro que el proceso de integración apenas comienza.

Si bien entre los gobernantes municipales se percibió la necesidad compartida por llevar a cabo la integración de la provincia de Sabana Centro, es urgente que ese proceso se inicie cuanto antes con todos los sectores, y de la mano desde un inicio y hasta el final, de dos indispensables actores: la ciudadanía y la academia. 

La ciudadanía, porque es fundamental que esta sea consultada y sobre todo sean tenidas en cuenta las visiones y expectativas que tiene de sus territorios.

Además, porque es preciso que este tipo de procesos comiencen por el derecho, como generalmente no se hace, y no a partir del supuesto, el querer, la estadística o el interés particular de los gobernantes.

Sobre todo si se toma conciencia de que los alcaldes y sus equipos de gobierno pasan y lo que queda es la gente, y que esa gente, la ciudadanía, es la que termina pagado de su bolsillo los sobrecostos de las malas propuestas, o soportando el impacto estético y funcional de lo que terminan realizando los gobernantes, con sus reverendas ideas, que a la postre y en la mayoria de los casos, acaban siendo para su único y exclusivo beneficio.

Hay que tener en cuenta que, en el marco de los nuevos esquemas de vida a los que nos están obligando la pandemia y el cambio climático, se irán imponiendo nuevos modelos económicos, laborales, sociales y de gobernanza más humanos, que es la única manera de equilibrar los niveles de ansiedad, angustia y estrés a los que está abocada la humanidad en estos tiempos de nuevas y difíciles realidades.

Es por esto que, junto a la ciudadanía, debe estar hombro a hombro la academia, es decir, el conocimiento.

No solamente desde la oportunidad de hacer alianzas y negocios con las administraciones municipales para acrecentar el número de alumnos, como lo hicieron saber en su panel las instituciones académicas presentes en el foro, sino también, desde la independencia de la ciencia y el conocimiento, mediante la generación de centros de pensamiento que investiguen, estudien y asesoren a las veedurías y grupos de ciudadanos organizados. De manera que entre todos se haga un control social cada vez más eficiente, profesional y productivo para las ciudades, y se logre una sinergia para mejorar las condiciones de todos y cada uno de los municipios de la provincia.

De qué sirve tanta inteligencia, sabiduría y conocimiento sino es para demostrarlo con hechos prácticos y reales en el diario vivir.

Da grima la indiferencia y el distanciamiento de la academia con Chía, la provincia y el país.

Si bien existen contadas excepciones, hoy el 80% de las instituciones de educación superior de la región son miembros de la asociación de empresarios y actúan como tales.

Pero ¿dónde está el compromiso social de la academia?, si ni siquiera existe una agremiación de estas instituciones que se empodere del territorio y aporte a las soluciones de tantas problemáticas que vive la región.

Lo mismo, pero al contrario, se podría decir de la ya legendaria institución con 31 años de trayectoria como es Asocentro, organismo al que pertenecen los once alcaldes de Sabana Centro, y al que le han aportado, por décadas, recursos municipales de toda la región, sin que se vea una gestión distinta a hacer negocios de asfalto y pavimentación de vías. 

Y eso que su objetivo es “aunar esfuerzos y recursos, para la prestación conjunta de los servicios públicos, obras de desarrollo y fomento a los habitantes”, según se explica en su página web.

Nunca se ha conocido que Asocentro realice estudios o proyectos sobre la región o sobre temas estructurales que tengan que ver con la provincia, como movilidad, seguridad alimentaria, salud o protección al medioambiente, por nombrar solo algunos. 

También es inevitable no preguntarse ¿a qué se reúnen tanto los alcaldes en Asocentro?,  cuando nunca se ha oído su voz al unísono, ni para hacer un frente común por un municipio o por la provincia, menos aún por los problemas que le son comunes a todos los municipios, como la ocupación indebida del suelo o el deterioro ambiental, el Regiotram o los incrementos del peaje. En síntesis, la esencia de la entidad no parece que sea otra que un club de amigos reunidos para viajar y hacer negocios de vías.

Es más, un gran sinsabor dejó entre los asistentes al foro, no escuchar las posiciones y reflexiones de los alcaldes respecto a la Región Metropolitana, a la que todos se referían pero de la que nadie quiso hablar y tema en torno al cual había bastante expectativa.

Sumado a esto, fue evidente la displicencia mostrada por la alcaldesa de Bogotá al no asistir al evento, y del Gobernador, al hacer un breve acto de presencia para salir de afanes del foro, lo que terminó generando muchas suspicacias. 

Por todo lo anterior, y ante las innegables y nada favorables señales enviadas de manera discreta, pero evidente por los jefes de la región, se hace imprescindible y de suma urgencia la integración de la provincia con todas sus fuerzas vivas, para no sucumbir ante el nuevo poder. Su proceder los delata y el diálogo no será entre iguales, a menos que la provincia se integre, trabaje y se fortalezca.

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2 comments

  1. Carlos Vargas 21 diciembre, 2021 at 11:41 Responder

    La Academia se ha centrado en proveer CONSULTORÍAS PAGADAS en los municipios, SE BENEFICIAN CON LAS ILEGALIDADES de funcionarios CORRUPTOS o llevan a custas sus propios PECADOS. Por esa razón se mantienen “IMPARCIALES” Y NO DICEN MUCHO, NI SE INTERESAN EN AYUDAR a las COMUNIDADES.

  2. Carlos Vargas 8 enero, 2022 at 05:04 Responder

    Con promesas o “buenas intenciones” suponen que se estan dando soluciones. Haciendo un rapido balance de lo que TENEMOS se puede concluir que se ha hecho, que se necesita y a dónde vamos. Solo reconociendo problemática se encuentran soluciones, pero tapandolas solo se acrecientan. La “ACADEMIA” conoce y efectivamente bien podría participar en las soluciones.

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